“Vivir con autentica alegría cristiana el sentido de la Navidad compartiendo y construyendo paz duradera para todos sin alejar a nadie incluso los que no piensan como uno”, ese fue el mensaje del Cardenal Julio Terrazas a ocho días semana de vivir la fiesta de la Navidad.
Animó además a no tener miedo de recibir a Jesús y dejar de lado actitudes de “lavarse las manos” o buscar otros salvadores que desconocen el corazón y sensibilidad de los hijos de Dios. Se inicia la última semana del tiempo de Adviento, en este contexto la iglesia profundiza el llamado a vivir la fiesta de la Navidad con sentimientos y actitudes de gracias, alegría y acogida para todos sin olvidar nadie incluso a los enemigos.
En la homilía de este domingo Cardenal Julio Terrazas exhortó a reconocer al Dios de la Vida y no dejarse llevar por señores o dioses con pies de barro. “Ese Dios de la Vida que se ha hecho pequeño para salvarnos y comprender cuán grande es el amor de nuestro Padre y podamos también nosotros aprender de El y proclamar palabras de vida, lecciones de esperanza en bien del pueblo de Dios”.
Refiriendo la actualidad social de Bolivia expuesta a diversas corrientes refirió que la Navidad debiera es el espacio para construir ambientes de paz duradera y justicia para todos sin alejar o perseguir a aquellos que expresan su palabra.
Este domingo –dijo- se invita a pensar sobre el cómo responder a la llegada del Salvador, no tener miedo de recibirlo o pensar en otros salvadores que no exigen nada pero tampoco conocen el corazón humano.
“Ser hombres y mujeres nuevos en un mundo nuevo para realizar las cosas según Dios, para no negar su presencia, para vivir como El también cuando llegue la cruz, también cuando nos levanten para escarnecernos e insultarnos o matarnos; nosotros tenemos que seguir considerando y viviendo juntamente con Dios”, manifestó el prelado.
Asimismo antes de concluir la celebración eucarística la autoridad eclesial hizo referencia a las conflicto sociales suscitados estos días en Bolivia.
Al respecto pidió oración para que la sensibilidad humana no se pierda frente a estas situaciones –esto con referencia a la marcha de personas discapacitadas rumbo a La Paz– .Refirió también al tema de la multiplicación de cultivos de la hoja de coca y la sugerencia de instaurar la pena de muerte. Al respecto expresó que estas son acciones que terminarían con la paz, el trabajo y la conciencia del pueblo boliviano : “Dios no quiere que nadie muera aunque tenga muchos defectos, oremos que el sentido autentico de la Navidad entre realmente en nuestra persona, familia y grupo”.
por: Carmen Delicia Bocángel. Oficina de PrensaConferencia Episcopal Boliviana