Durante la alocución de su homilía dominical el cardenal terrazas señaló debemos ser capaces de aplaudir la paz y la justicia y no así las injusticias y maldades “…Nuestro pueblo creyente tiene que ser capaz de aplaudir la paz y justicia y no de aplaudir las injusticias y maldades que puedan inventarse”, dijo.
“Tenemos que tener un corazón abierto pero una mente clara porque el proyecto de Dios es para levantar a todos y no para aplastar a algunos en beneficio de otros”, remarcó.
El cardenal afirmó que hoy en día no tenemos ganas de escuchar al otro, al que está llorando “… hoy se manifiesta más bien una especie de diálogo de sordos. A nosotros nos toca pedirle al Señor que nos de la capacidad de no separar lo que Él ha venido a unir, de no hacer odiosas nuestras relaciones por cuestiones materiales o pasajeras coyunturales”, dijo.
“El Señor envió su palabra al pueblo de Israel anunciando la Buena Noticia de la paz por medio de Jesucristo que es el Señor de todos, esa la característica, hermanos, hijos y amigos de Dios, amigos entre nosotros misioneros de la misma misión que tuvo Cristo, gente que tiene que llevar, porque esa es nuestra vocación, todo aquello que es paz, pero la paz de la vida no la paz de las tumbas, la paz del encuentro no de la persecución, la paz del amor fraterno no de los odios reconcentrados”, dijo el Prelado .
El cardenal también hizo referencia al momento de conflictos que vive el país “… entre todos podemos dejar que el Señor nos vaya uniendo no de manera ficticia, no por pactos que se hacen a la ligera, no por convenios firmados que se olvidan al día siguiente, sino por la corriente de amor y verdad que debe tener aquel que cree”señaló.
Dijo también que “Muchos enfrentamientos, crímenes, inseguridad, calumnia, mucho lenguaje de rabia y odio para imponer ideas, todo esa va separando, destruyendo, pero si nosotros ponemos al Señor y su Palabra ante el cual nos arrodillamos vamos a ir captando qué significa el mensaje extraordinario de hoy, un mensaje que vienen casi a propósito para recordar a los cristianos de Bolivia que no se puede jugar con las Palabras de Dios, no se puede olvidar las acciones que el Señor ha realizado y nos pide realizar constantemente”.
Jesús no se paso echando discursos de violencia, de odio, de rencor, Jesús habló de amor y practicó ese amor y por el cariño y afecto que tuvo con nosotros para pagar la deuda del pecado y devolvernos la amistad con su Padre”, puntualizó.