Con recursos del Fondo de Cuaresma de la Arquidiócesis de Antofagasta y la Diócesis de Iquique, se donaron 50 literas, destinadas a 40 familias del campamento de La Chimba.
Monseñor Pablo Lizama, a nombre del Arzobispado de Antofagasta, entregó 50 literas a los damnificados del campamento Luz Divina, quienes perdieron todos sus enseres y viviendas en un voraz incendio el pasado mes.
La compra de las literas, se realizó, gracias a las contribuciones de los fieles católicos de la Iglesia de Antofagasta, quienes año a año aportan generosamente dinero para causas solidarias por medio del Fondo de Cuaresma de Fraternidad.
Para concretar el monto de esta donación, se sumaron los fondos de la Arquidiócesis de Antofagasta y la Diócesis de Iquique, los que alcanzaron un monto total de $4.227. 500.
Para el Encargado de Cuaresma en Antofagasta, sacerdote Carlos Castro este aporte significa que el dinero que los fieles católicos aportan en el período de Cuaresma, realmente llegue a las personas que más lo necesitan.
“En general desde hace dos años, dichos contribuciones han sido destinadas a proyectos que favorecen a niños y niñas, en situaciones educacionales difíciles, pero en esta oportunidad debido a la contingencia que causó el incendio, afectando a familias enteras, fue necesario reevaluar el destino de parte de dichos fondos”, explicó.
Monseñor Lizama señaló que la donación no corresponde a un acto de caridad, sino más bien “a algo que les pertenece por derecho, porque los dineros provienen precisamente de todas aquellas personas que donan generosamente en la Cuaresma, para hacer un acto de bien a quienes realmente se lo merecen, y estos camarotes les ayudarán a vivir con la frente en alto, dignamente y con un buen dormir”.
Agradecimientos
En el acto de entrega se presentaron los niños del campamento, los que interpretaron alegremente el popular tema de José Luis Perales “Que canten los niños”.
A nombre de los pobladores, Lidia Esteiso se dirigió a los presentes para manifestar su agradecimiento ”cuando ocurrió el incendio fue el peor día de nuestras vidas, todo lo que habíamos conseguido con esfuerzo, lo perdimos en segundos, pero llegaron ustedes con su ayuda, sin importarles nuestro color y nacionalidad, dándonos la esperanza pérdida y la felicidad que necesitábamos”.
Por su parte, la presidenta del Consejo Pastoral de la Capilla Nuestra Señora de la Esperanza, manifestó en su discurso que pese a la tragedia que les tocó vivir, “hemos salido adelante gracias a Dios, porque el nunca nos abandona y por eso están ustedes aquí, juntos vamos trabajando de a poco en la tarea de levantar nuestro nuevo campamento que será esta vez un modelo para el resto”.
La actividad se efectuó el 11 de diciembre en el comedor abierto de la capilla Nuestra Señora de La Esperanza, a la que asistieron en representación del Arzobispado los sacerdotes Carlos Castro, Juan Agustín Bravo sj. y Benedicto Arredondo. Además de las religiosas Marta Cayo y Sandra Araya.
Fuente: Comunicaciones Antofagasta