La contaminación de las aguas ocasionan los mayores problemas de salud en la población boliviana. Se calcula que el 80% de las enfermedades en el país, incluyendo Chuquisaca, tiene origen en el consumo de aguas contaminadas.
Este es uno de los datos que contiene el trabajo de investigación que el Observatorio de Derechos Humanos realizó en 2011. “Medio Ambiente y Recursos Naturales en Cifras” se denomina esta exploración que contiene información variada.
Algunas ciudades del país, entre ellas Sucre, experimentaron en los últimos 20 años un crecimiento vertiginoso sin planificación previa y dotación de los servicios básicos elementales como agua potable, alcantarillado, electricidad, sistemas de limpieza y disposición de desechos sólidos.
El sistema de eliminación de aguas servidas llega solamente al 22% de la población, informó Enrique Durán, de la ONG Realidades, entidad que preside el Observatorio de Derechos Humanos.
Asimismo, se conoció que la actividad minera consume alrededor de 32 millones de metros cúbicos de agua por año, la mayor parte de los cuales son devueltos a sus cauces naturales sin tratamiento.
Por otra parte, indica que la producción agroindustrial recurre al uso creciente de plaguicidas y otros compuestos agroquímicos que dan como resultado peligrosos niveles de contaminación.
En este marco, los recursos agrícolas de Bolivia comprenden un área muy pequeña (alrededor de 1.400 kilómetros cuadrados) con relación a la extensión total del país (1.098,581 kilómetros).
De igual forma, la deforestación, la falta de parques en las ciudades, la quema creciente y periódica de la cobertura vegetal, las emisiones de la industria petrolera y el incremento desmesurado del parque automotor, están ocasionando un problema ambiental nuevo para el país: la falta de aire puro.