La invitación del Papa a los presidentes de Israel y Palestina, para que protagonicen un momento de oración por la paz el próximo domingo en El Vaticano, busca ser una “pausa de la política” en el histórico conflicto en Tierra Santa.
El Papa se reunirá por 15 minutos con ambos líderes por separado
Pierbattista Pizzaballa, custodio de Tierra Santa y superior de la comunidad de religiosos franciscanos responsables de atender a los peregrinos cristianos que visitan Jerusalén y los lugares santos de la vida de Cristo, es el coordinador del encuentro previsto para el 8 de junio.
El papa Francisco “quiere una pausa en la política, no quiere entrar en esa cuestión de Medio Oriente. La política tiene su tiempo, largo o corto, el Papa propone en realidad hacer una pausa, elevarse a lo alto y desde ahí mirar a la Tierra Santa”, señaló Pizzaballa.
En una comparecencia ante la prensa internacional, el coordinador aseguró que nadie espera que tras la reunión en Roma de y los presidentes Shimon Peres y Mahmud Abbas se logre automáticamente la paz en una región con décadas de conflictos.
Advirtió que se trata de un “mensaje fuerte”, un “signo muy importante” para recuperar el deseo por la paz.
Ninguno se ilusiona con conseguir la paz inmediatamente, el objetivo es el de reabrir un camino que, quizás, estaba cerrado desde hace tiempo: recuperar el deseo, de hacer soñar con la paz”, apuntó.
“Existe mucha expectativa no porque esto cambiará de manera dramática el curso de la política en Medio Oriente, sino porque esperamos que reabra el camino y en las poblaciones cambie en positivo la actitud ante un camino juntos”, añadió.
Antes del acto público, el Papa se reunirá en privado, por igual tiempo (15 minutos), pero por separado, con ambos líderes.