En el mes agosto, la Iglesia universal celebra la solemnidad de Asunción de María; con esta fiesta se celebra la feliz partida de María de esta vida y la asunción de su cuerpo a los cielos. “La humilde servidora del Señor, después de haber cumplido su misión en este mundo es asunta en cuerpo y alma a los cielos”; en los cuadros se representa a María elevándose en medio de las nubes, sin el niño como conocemos porque este acontecimiento se da al final de su vida. En nuestro país, en este mes celebramos el aniversario de la independencia del yugo Español y nivel religioso, de manera particular en nuestra Arquidiócesis de Cochabamba, se celebra la fiesta de la “Virgen de Urkupiña”, conocida como patrona de integración de Bolivia. Una representación muy particular de la imagen de María, aún con el niño en los brazos. Según la tradición, la Virgen se apareció a los pastores en el cerro de Cota, ubicado en la Provincia de Quillacollo, más o menos a 14 Km del centro de la ciudad. Cada año van a rendir homenaje miles de peregrinos con fe y devoción a la madre del Señor.
En este mes, el santuario de Urkupiña acoge a miles de peregrinos de muchos países latinoamericanos. Además, los emigrantes bolivianos celebran esta fiesta en países como Argentina, Brasil, España, Estados unidos, Italia y otros. La fe y la devoción a María no solo se ha quedado en nuestro pueblo sino que ha trascendido a nivel internacional.
La preparación de esta gran festividad, ha comenzado con la organización interinstitucional desde algunos meses atrás (ministerio de culturas, asociación de conjuntos folclóricos, la gobernación, el municipio de Quillacollo y la Iglesia). Las parroquias por su parte han comenzado a peregrinar hacía la casa de nuestra madre María de Urkupiña. Los días trece, catorce y quince de agosto, muchos fieles harán un recorrido bailando hasta llegar a los pies de la humilde sierva del Señor. Uno de los momentos importantes en esta festividad es la peregrinación de miles de devotos, el dieciséis de agosto desde el centro de la ciudad hacía el lugar donde se apareció la Virgen.
“María que cuidó a Jesús, ahora cuida con afecto y dolor materno este mundo herido”. Son las palabras de papa Francisco en la encíclica Laudato Sí, sobre el cuidado de la casa común (241). Este año como otros años, esa Mujer convoca a todos los peregrinos a vivir la experiencia de su Hijo, la experiencia de Dios, pero también ella se ofrece a seguir cuidando a sus hijos/as, que viven situaciones adversas en nuestro país. Pobres y ricos; blancos y negros, niños, jóvenes, familias, todos se pondrán a los pies de la mamita de Urkupiña para pedir salud corporal y espiritual; bienestar material; gesto de gratitud al Señor por los beneficios derramados por mediación de María en los hogares.
“Desde ahora me felicitarán todas las generaciones” (Lc 1,48). Esta afirmación de María en el Evangelio de Lucas, se cumple porque “la mujer más pequeña de entre todas las mujeres” se hizo madre del Salvador y servidora de los pobres y humildes del pueblo de Israel y de toda la humanidad. María, camina con nosotros; camina con nuestro pueblo que vive muchas nuestras luchas. Si bien nuestro país ha cambiado, aún falta un verdadero cambio. Papa Francisco en su visita a nuestro país dijo: “María es signo de esperanza para los pueblos que sufren dolores de parto hasta que brote la justicia. Yo rezo a la Virgen María (Urkupiña), tan venerada por el pueblo boliviano para que permita que nuestro encuentro sea fermento de cambio” (Discurso del santo padre-expo feria, santa cruz de la sierra – Bolivia). Realmente, la fiesta que vamos a vivir este mes sea para cambiar las actitudes negativas que no nos dejan vivir en fraternidad entre las familias bolivianas. Pido al Señor y a su madre, la capacidad de luchar por la justicia, para que haya transparencia en las leyes y, mayor participación de los ciudadanos en la vida política.
Cada año hay un tema para reflexionar; este año, nuestra mirada se dirige hacía la familia: “María, estrella del hogar de Nazaret, refleja la belleza de la familia”. Deseo que las familias tengan a Dios en sus vidas y María como la mamá sea la estrella de los hogares bolivianos. Virgen de Urkupiña ruega por nosotros!!!.