El robo perpetrado la madrugada del domingo a la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción La Catedral, más allá del daño económico, es un atentado a la fe católica de un pueblo, dijo ayer el Obispo la Diócesis de Oruro, Monseñor Cristóbal Bialasik.
Dentro las primeras investigaciones de este caso se informó que los ladrones se habrían llevado la custodia (pieza de oro u otro metal precioso donde se coloca las hostias), que se utiliza en la temporada de Corpus Christi y una corona de oro que llevaba la imagen de la Virgen de la Asunta. Pero, luego se aclaró que los objetos perdidos son otros, una corona metálica de poco valor económico que lucía la imagen santa y otra custodia pequeña. Para tranquilidad de la comunidad católica los objetos valiosos están a buen recaudo.
Los delincuentes se llevaron dos copones sencillos bañados en oro, algunos recuerdos que dejaban los feligreses labrados en plata y que estaban depositados a los pies de la Virgen de la Asunta, la llave del tabernáculo, un pedazo de tela con incrustaciones de cristal que probablemente los ladrones pensaron que se trataba de piedras preciosas, la base metálica de las vinajeras y un cáliz que Monseñor Bialasik recibió en calidad de regalo al momento de su ordenación en Oruro y que lo usaba en todas las celebraciones religiosas a su cargo.
SANTÍSIMO SACRAMENTO
La autoridad religiosa dijo que los ladrones osaron tocar el Santísimo Sacramento que representa a Cristo presente en la Eucaristía y la imagen de la Virgen María para robar sus pequeños anillos, destrozando el brazo de la Patrona de la Diócesis de Oruro.
“Esto es un atentado a la fe de nuestro pueblo y a lo más precioso que vivimos nosotros como cristianos, la Eucaristía y la Virgen María, por ese motivo es un dolor profundo. Por supuesto hay una pérdida material, más que todo por los ornamentos que han robado, la cosa material siempre se puede recuperar, pero haber afectado la fe es un dolor muy profundo, por ese motivo, pedir a estos señores que han robado que devuelvan, pues se trata de buscar la reconciliación y el perdón. Nosotros debemos seguir adelante sirviendo a nuestro pueblo y viviendo la profundidad de nuestra fe”, comentó Monseñor Bialasik.
Informó que los ladrones, luego de perpetrar el delito y haber sacado del tabernáculo dos copones que contenían hostias, los llevaron hasta el patio interno de La Catedral y los dejaron ahí. “No entendemos por qué lo han hecho, por qué sacaron y no se lo llevaron, ¡qué cosa!, pero gracias a Dios, no se llevaron los dos copones, estaban llenos de hostias, el Santísimo Sacramento. No entendemos su postura y comportamiento”, expresó.
La autoridad religiosa pidió a la comunidad católica cuidar los templos, alertar y denunciar posibles acciones sospechosas de los visitantes.
