Mons. Aurelio Pesoa, Obispo del Vicariato Apostólico de Beni y Presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana, la madrugada de este domingo de pascua celebró la eucaristía en presencia de un gran número de fieles que profesaron su fe y mostraron su alegría en Cristo resucitado; en la oportunidad el Obispo pidió paz, reconciliación, fraternidad, compasión y justicia para los bolivianos.
“La buena noticia es la que escuchamos en la primera lectura de la liturgia de este domingo, el libro de los Hechos de los Apóstoles narra la invitación apostólica, y es Pedro, aquel amigo suyo que predica y habla al pueblo judío, reclamándole haciéndole recuerdo que Jesús, el Hijo de Dios, que predicó y sanó a muchos enfermos, fue al que crucificaron, pero Dios no quiso que quedara muerto, sino que resucitara al tercer día, según las escrituras y estaba anunciado por el mismo Jesús”.
“Queridos hermanos en esta mañana debemos hacer memoria que Dios en quien creemos, no es el Dios muerto, no es Dios del viernes santo, sino que es el Dios, del domingo de resurrección, de nada serviría nuestra fe, si nuestra confianza y esperanza la pusiéramos los cristianos católicos en un Dios muerto, nuestra fe, como dice San Pablo, sería vana e inútil; nosotros creemos en un Dios vivo, porque es un Dios que camina con nosotros, es un Dios que esta de nuestro lado, la predicación de Pedro debe ser también la predicación nuestra, un Dios que se convierte en el Dios de todos, un Dios que no discrimina, que no divide, sino que une, y nosotros estamos aquí, y es el signo mas evidente que el Dios en el que creemos es el Dios de la unidad no es el Dios de la división, por eso nuestra fe no debe ser solamente de palabra, no solamente una fe para decir que somos católicos, sino que debe ser testimoniada con las obras, hechos, comportamiento, con nuestra forma de ser”.
“Hoy escuchamos en el evangelio de Juan a aquella mujer muy cercana a Jesús que preocupada, porque no se habían cumplido los ritos judíos para la sepultura de los muertos, ella va de madrugada al sepulcro, cuanta tristeza debe haber ocurrido y pasado por el corazón de esta mujer cuando ve el sepulcro abierto, por eso la primera reacción es, se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto. Hermanos nuestra actitud no es semejante al de la Magdalena, porque nosotros sabemos que Jesús fue puesto en el sepulcro, pero no se quedó allí, sino que resucitó, la resurrección de Jesús es también nuestra resurrección, la victoria de Jesús es nuestra victoria, Él venció la muerte y el pecado, nosotros también debemos vencer a la muerte y pecado que ronda en nuestra vida, ese pecado que como león anda buscando a quien devorar, resistamos firmes en la fe, que nuestra fe sea de verdad, eso que creemos y esperamos”.
“Hermanos seguimos manteniendo esta bonita tradición, una tradición heredada de nuestros padres, de esta nuestra ciudad de la Santísima Trinidad, y que se ha ido prolongando en el tiempo, es una manifestación de fe, devoción y religiosidad, ojalá esto se mantenga y no se permita sea contaminada por los tiempos modernos, donde la moda está presente. Este es un momento de fe, devoción y religiosidad, defendámonos todos los trinitarios, que no caigamos solo en el espectáculo y folklore, que es importante la cultura y folklore y la religión catolicismo y cristianismo han contribuido, pero ha sabido mantener la diferencia entre lo uno y lo otro, nosotros debemos ser los fieles custodios de esta hermosa costumbre de nuestro pueblo, debemos ser de verdad dignos herederos de aquello que nuestros padres nos dejaron, eso será una realidad si entre todos la defendemos, no dejemos que otras cosas se introduzcan y se sobrepongan a la fe de este pueblo que hoy estamos reunidos, es la manifestación de nuestra fe y una tradición; insisto en aquello, no permitamos que otras cosas la contaminen, este es un momento de unidad, unión y fe; que esa unión, nunca haya nadie que quiera separarla y dividirla, pidamos al Señor que resucitó por todos que Él siga indicándonos y mostrándonos el camino que debemos seguir y recorrer mientras peregrinamos por este mundo”.
“Agradezcamos a Dios que ha querido que aún hoy festejemos esta pascua, en este año del Señor 2022, Dios siga bendiciendo y el resucitado bendiga a cada uno de nosotros y conceda los dones necesarios para nuestra vida, y que conceda a nuestro país el don de la paz, reconciliación, fraternidad y la compasión, y que sean alejados aquellos males y lo que daña a todo ciudadano boliviano, que el Señor derramen el don de la justicia, para que todos tengamos justicia y podamos vivir en este país que amamos”.
“Bendito sea el Señor, Aleluya, Jesucristo resucitó y esta en medio de nosotros”. Así sea.
Fuente: Iglesia Viva