Durante la alocución de su homilía dominical, Mons. Oscar Aparicio, presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana, se refirió al tema de la fe y dijo que la fe es nuestra identidad “La fe es el don generoso de parte de Dios y es nuestra respuesta a este amor , la fe es nuestra identidad, es lo que nos da rostro, es lo que nos hace personas , de hecho la fe construye pueblos, construye culturas ; por eso hermanos la crisis de fe trae consigo, una crisis de generosidad de riesgo, de capacidad de amar y de entregarnos sin cálculos y de ir más allá de los intereses para vivir una generosidad sin límites”, dijo.
La homilía fue pronunciada en el marco del inicio del Año de la Fe en Bolivia. “…estamos inaugurando en Bolivia el Año de la fe, instituido por el Santo padre Benedicto XVI , las dos viudas, estas viudas de la palabra que hemos escuchado hoy nos enseña este aspecto esencial de la fe , confiarse plenamente en Dios , en su misericordia, en su providencia amorosa, mas allá de los límites de nuestra inteligencia”, explicó refiriéndose al tema.
“…justo hoy vivimos en una cultura que nos invita a calcular todo y no nos ayuda a valorar el riesgo y la aventura de la fe, sin fe no hay riesgo, no hay aventura, todo es cálculo humano y límite, la fe nos lleva más allá de los límites de esta inteligencia, fe es confiar, arriesgarse por Cristo, darle con generosidad, porque su amor es grande hacia nosotros”, dijo.
El prelado destacó que a veces nosotros “damos un poco de tiempo, un poco de lo que tenemos, solo un poco, pero no acabamos de darnos del todo y para siempre. Del todo y para siempre, dos palabras que muestran actitudes de generosidad , una generosidad plena que contrasta mucho con la cultura actual, que no anima a darse del todo y para siempre , sino mas bien el darse parcialmente y temporalmente. Por eso esta viuda pobre es un llamado muy fuerte a la conversión, a seguir a Jesús con radicalidad”, afirmó.
Al mismo tiempo de iniciarse el Año de la Fe en Bolivia se inició la peregrinación de la Cruz de los jóvenes “…estamos invitados a iniciar la actual peregrinación de la cruz con entusiasmo, con alegría, con radicalidad, camino de preparación y encuentro con la Iglesia Universal, con el Papa Benedicto XVI , pero sobre todo con el Señor que nos llena de amor y esperanza”, acotó.
Que este itinerario y la jornada Mundial de la juventud de Río de janeiro sea oportunidad para contemplar el amor de Cristo, ya que la cruz significa justamente esto , el amor, l caridad. Jóvenes les invito el aceptar este desafío; es decir de reflexionar estas dos cualidades del amor cristiano, puntualizó.
