Queridos hermanos y hermanas: Paz y Bien.
A lo largo de este tiempo Sagrado, la Cuaresma, hemos venido reflexionando a la luz de la Palabra de Dios y desde la Palabra hemos dedicado mayor tiempo al encuentro con Dios, en la oración. Este encuentro con el Señor nos lleva, sin duda, a ver a Dios en los más necesitados.
La Palabra de Dios nos hace vivir la fe, aquí y ahora, pues Dios se ha identificado con los más pobres: “lo que hicieron con estos los humildes, lo hicieron conmigo” (Mt 25,45). El Papa San Gregorio magno decía: “en el terreno de nuestro corazón, [Dios] ha plantado primero la raíz del amor a Él y luego se ha desarrollado, como copa, el amor fraterno”.
Desde hace varios años, escogemos alguna necesidad entre los más humildes, para que nuestra caridad y solidaridad se plasme en cooperación fraterna. Este año, la colecta es para el Hogar 25 de mayo. Ahí está un pabellón, a medio construir, que desde hace más de un año se ha interrumpido la obra.
La colecta del V domingo de Cuaresma queremos dedicarla a la continuación de esta obra, destinada a mujeres ancianas del campo y la ciudad.
Todos podemos cooperar a esta obra, con lo poco o mucho que tengamos. Dios se hace presente en estos hermanos nuestros. El que olvida a los ancianos, olvida a Dios mismo. Los pecados de omisión suelen ser abundantes y constantes en nuestras vidas.
A las empresas, instituciones y organizaciones les invitamos a dejar su aporte en el Hogar 25 de Mayo. A todos los hermanos y hermanas creyentes, les pedimos que sean generosos el día 25 de marzo en las colectas de nuestras celebraciones dominicales. ¿Qué daríamos si Cristo se presentara visiblemente y nos pidiera nuestra cooperación?
Un abrazo fraternal, les saludo en Cristo.
Jesús Pérez Rodríguez, O.F.M.
ARZOBISPO DE SUCRE