Mons. Cristóbal Bialasik, obispo de la Diócesis de Oruro al celebrar la eucaristía de este domingo, desde esta jurisdicción se dirigió a los fieles para recordarles que sí es posible cambiar el mundo juntos, siendo sal y luz, y testimonio de vida para los hermanos.
“Para ser la sal de la tierra y la luz del mundo es necesario vivir las bienaventuranzas, ser pobres del espíritu, mansos, humildes, misericordiosos y puros, tener deseo de santidad, andar serenos en medio de las críticas y persecuciones; ser santo hoy, es posible, es estar llenos de la paz de Cristo para llevar a los demás, llevar este mensaje a los corazones de todas las personas del mundo”, indicó el obispo.
“A veces en la familia nos gritamos y destrozamos el uno al otro, creo que lo más importante es el amor, si abrazamos a todos con amor entonces va cambiar el mundo y estas posturas rígidas y duras van a cambiar. Siendo sal y luz en esta tierra podemos cambiar la vida de muchas personas, todo depende como estamos dando el testimonio, en el mundo de hoy tenemos muchos abusos: droga, violencia, abusos sexuales, explotación, esclavitud, avaricia, corrupción”, ante esta realidad invitó a ponerse de rodillas, trabajar en unidad y abrazar al mundo con amor dejando de lado nuestro egoísmo y soberbia.
Finalmente dijo que la luz del mundo es nuestro Señor, y como fieles servidores podemos ser reflejo de la luz de Cristo en nuestra vida, “podemos ser esta luz por la cual el mundo vea a Cristo, pero dando testimonio y viviendo profundamente nuestra fe, si yo quiero ser la luz de mis hijos, nietos y para los otros, debo dar buen testimonio, y poner en práctica todo aquello que el Señor me enseña”, manifestó.
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Fuente: Prensa CEB
