Tuve que dejar de bailar en honor a la Virgencita de Urkupiña al recibir una llamada telefónica de urgencia de la Academia Boliviana de Yatiris que se reuniría en sesión de emergencia en su local de la calle de las Brujas (calle Linares de la ciudad de La Paz) para tratar el caso de nuestro colega el doctor Gualberto Cusi Mamani, magistrado del Tribunal Supremo Constitucional.
Mi repentino abandono de Quillacollo provocó un grave enfado en mi pariente espiritual, quien en el colmo de su rabia me echó en cara “mi súbita fuga en pleno bailongo sin respetar sus desembolsos de dinero que financiaron nuestra participación en la famosa Entrada de Urkupiña”; quise suavizar su rabia manifestándole que ella podría continuar bailando con mi reemplazante y famoso bailarín don Raulito Gorostiaga, pero la cholita cochabambina me replicó que no era lo mismo.
Llegado al aeropuerto de La Paz y vistiendo aún mi disfraz de Moreno, me dirigí a la Academia Boliviana de Yatiris donde había sido convocado y tuve el honor de conocer personalmente al magistrado Gualberto Cusi Mamani, miembro elegido por la Asamblea Legislativa que —como todos sabemos— es de mayoría masista. Como la sesión de emergencia ya había comenzado, mi amigo y colega yatiri me sopló al oído: “El doctor Cusi Mamani fue elegido por el partido gobernante, pero esta vez el tiro les salió por la culata…”
Mientras duró un breve “cuarto intermedio” para que algunos sobresalientes yatiris pudieran ofrecer a la Pachamama una ofrenda conocida con el nombre de k’oa, quemando incienso y otros productos que gustan a la deidad andina, recordé que el magistrado Cusi Mamani pudo ser designado Presidente del Supremo Tribunal Constitucional, pero le ganó otro que actualmente preside ese importantísimo tribunal que dirime consultas sobre temas constitucionales, siendo una de las próximas consultas: “Si es constitucional o no una tercera reelección del presidente Evo Morales”.
Poco a poco fui recordando que el Dr. Cusi Mamani declaró y reiteró que sus veredictos son consultados a la hoja sagrada de la coca y que “ningún gil sabe leer las cosas en coca”, opinión que ganó mi admiración por él.
Ahora, este sabio colega aymara ha discrepado con sus sumisos colegas al votar en contra de la consulta sobre el Tipnis y al mismo tiempo ha denunciado la presión que ejercieron enviados del Gobierno para conseguir un pronunciamiento del Tribunal que no es ni chicha ni limonada.
Indignados los magistrados de ese alto tribunal, le piden al Dr. Cusi Mamani que renuncie a sus altas funciones, mientras la Academia Boliviana de Yatiris nos hallamos reunidos para pedirle al magistrado que no lo haga porque el Gobierno actual recurre a nosotros para adoptar las más importantes decisiones, no sólo en asuntos internos, sino también de carácter internacional.