Análisis

LA REINA Y LOS YATIRIS

La razón de mi longevidad (85 Pirulos) es que vivo en un mundo mágico hecho de yatiris, curanderos y pajpacus que se encargan de transformar la realidad triste en la que verdaderamente vivo.

Esos seres inmateriales inventan elíxires milagrosos y fórmulas cabalísticas para crear personajes que me acompañan y me ayudan a vivir cual si existieran como ser mi comadre cochabambina, cholita de gran corazón que soluciona mis problemas económicos al mismo tiempo que me colabora a interpretar la realidad que vivimos, facilitando al mismo tiempo mi convivencia con algunos brujos andinos como Calimán, Titirico y Wayruru que actúan de puentes trillizos entre el Gobierno y este periodista.

Al visitar Bolivia, Su Majestad la reina Sofía, monarca española y esposa del rey Juan Carlos sentí el buen deseo de informar periodísticamente acerca de sus actividades en nuestro país al que un inteligente escritor llamó Bolivia Mágica y vino hasta mí el yatiri de poncho rojo y negro llamado Wayruru (rouge et noire).

Este buen amigo que actúa a veces como asesor del canciller Choquehuanca (gran Maestro de la Hechicería Andina) le había encargado acercarse a la reina Sofía para explicar a SM sus excusas  porque él estaría esos días en Londres tratando de convencer a los británicos sobre las bondades de la hoja de la coca.

Tranquilicé al yatiri diciéndole que la reina Sofía ya sabía todo aquello, aunque él me inquietó al anoticiarme que otros yatiris de mayor significación política hablarían con la Reina que nos visita, y que él me contaría algo de esos interesantes diálogos, promesa que tranquilizó mi ansiedad periodística.

Según la versión de mi amigo yatiri Wayruru, otro yatiri que funciona como pieza principal del Gobierno, el yatiri mayor se había comportado correctamente con la Reina visitante, pues en el almuerzo no le habló nada acerca de la descolonización que es una tarea en que se halla empeñado el Gobierno y prefirió referirse a la cooperación económica que España presta a Bolivia en materia cultural y otros asuntos, prometiendo la distinguida visitante que ésta continuará pese a la crisis española.

También me contó mi amigo Wayruru que un aprendiz de yatiri que funciona como Ministro de Economía y Finanzas le había aconsejado al Gran Yatiri que le sugiriera a la Reina de España que el cargamento de plata recientemente rescatado del fondo del mar fuera entregado totalmente al Banco Central de Bolivia, pues las monedas de ese tesoro fueron acuñadas en la Casa de la Moneda de Potosí. Tal petición fue desbaratada al saber que la monarca española sólo se limitó a obsequiar a nuestro país tan simpático una docena de monedas de plata, las que pudieron caber en su equipaje.

De todas maneras, vivir en este mágico país lleno de yatiris, curanderos y pajpacus es maravilloso.