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Feligresía del Palmar de La Copé despidió a la Virgen del Carmen de la Cañabrava

Con la procesión del Via Lucis que partió desde la capilla San Antonio de Padua del Palmar Viejo, hasta el templo parroquial San Juan Eudes del Palmar Nuevo se homenajeó y despidió a la imagen de la Santísima Virgen del Carmen de la Cañabrava.

Las comunidades del Palmar de La Copé (Vega de Aza, Parcelas de Torondoy, El Bote, La Mina, Palmar Viejo y Palmar Nuevo), acompañados por su párroco José Noé Sánchez Pineda recibieron con gratitud al presbítero Oscar Alexander Lizarazo, párroco de la Iglesia El Carmen en Pregonero, donde se encuentra el Santuario de la advocación mariana del Carmen de la Cañabrava.

El sacerdote Lizarazo presidió la Eucaristía que tuvo como temática central la fiesta de Ascensión del Señor Jesucristo a los cielos. Al iniciar, el párroco Noé Sánchez dio la bienvenida al sacerdote invitado y manifestó que la ocasión se prestaba también para celebrar los 13 años de Orden Sacerdotal que el día 29 de mayo cumplió el presbítero Lizarazo.

“Estar cumpliendo 13 años desde que fui ordenado como sacerdote es un regalo de Dios, muy agradecido por la invitación que me ha hecho esta comunidad y el haber permitido que se trajera a la patrona de Pregonero, la Virgen bajo la advocación del Carmen de la Cañabrava” afirmó Lizarazo.

En la Iglesia San Juan Eudes en dos de sus columnas principales estaba a un lado izada la Bandera Nacional de Venezuela y al otro lado la Bandera de la Santísima Virgen. Se mencionó que había un doble motivo de fiesta, porque no sólo se despedía a la Virgen del Municipio Uribante, sino se estaba celebrando la Ascensión del Señor a los cielos.
En relación a las lecturas que fueron parte de la Eucaristía, la primera fue extraída del libro de los Hechos de los Apóstoles (1, 1-11), en el Salmo Responsorial se proclamó “Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya”, y la segunda lectura fue tomada de la carta del apóstol San Pablo a los Efesios (1, 17-23).

“Enviados a convocar, sanar, bendecir y liberar”
El encargado de explicar el pregón de la palabra que se sustrajo del santo Evangelio según San Mateo (28, 16-20) fue el padre Lizarazo, quien inicio su exposición realizando una oración alusiva al Espíritu Santo. Posteriormente, aseguró que la Liturgia de la Palabra celebraba la Ascensión de nuestro Señor a los cielos. “Hombres de Galilea, ¿qué hacen allí parados mirando al cielo? Ese mismo Jesús, que los ha dejado para subir al cielo, volverá como lo han visto marcharse. Aleluya” (Hch 1, 11).

El padre Lizarazo menciona la frase que Jesús les dijo a sus discípulos “les conviene que yo me vaya” y de ese modo el enviaría al Paráclito, al Salvador, al Espíritu Santo, que fue lo que dejo a sus apóstoles. Hizo también mención a que Jesús nos dejó a la Virgen María, nuestra madre del cielo, para que cuide e interceda por nosotros.

“Todos los cristianos somos discípulos de Cristo, los enviados, que debemos cumplir la misión y encaminar a aquellos que estén en mal camino para que reciban el Espíritu Santo” añadió Lizarazo.
Además, hizo referencia a que era importante analizar cuatro verbos importantes que se encuentran en el Evangelio. El primer verbo “enviar” que significa “colocar en el camino”, Jesús envió a sus discípulos para cumplir una misión, todos nosotros somos discípulos de Cristo y somos enviados para buscar nuevos cristianos.

El segundo verbo “enseñar”, transmitir conocimientos de Dios al mundo entero; enseñar principalmente con el testimonio y siendo ejemplo para los demás. El tercero “predicar” dar a conocer a las naciones el Evangelio, el mensaje de Dios, la Buena Nueva de la salvación, y por último “bautizar”, ir bautizando en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo a todos los cristianos; recibimos a Dios por medio del bautismo y reafirmamos nuestra fe en Cristo a través de la confirmación.

Citó las siguientes palabras de Jesús: “Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, pues y enseñen a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándolas a cumplir todo cuanto yo les he mandado; y sepan que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (Mt 28, 18-20)

Asimismo, aseguró que la Ascensión del Señor se celebraría el pasado jueves, es decir a los 40 días después de haber resucitado. Además, mencionó que los Judíos esperaban a un salvador, que iba a hacer como un “guerrero” que extinguiría al Imperio Romano, y surge la pregunta ¿es ahora cuando vas a restaurar el Reino de Israel?. El padre Lizarazo hizo una comparación con el escenario actual “cuantos de nosotros esperamos que esta situación se restaure”, destacando que lo más importante es que él ha ido al cielo para enviarnos el Espíritu Santo y de ese modo encontrar la tan anhelada salvación, Dios quiere que entendamos el mandamiento del amor “Ámense unos a otros, como yo los he amado a ustedes”.

“Un cristiano que cree en Dios no debe hacer actos de violencia, ni saqueos; a Dios no le interesa quitar reinos, ni emperadores, el Señor dice: Me voy a prepararles un lugar. Debemos tener la visión de que estamos siendo llamados y digamos, yo quiero ser salvado” expresó Lizarazo.

Uno de los apartados principales durante la explicación de la palabra estuvo dedicado a María haciendo referencia a que ella fue llevada al cielo en cuerpo y alma, porque cumplió las promesas de Dios. “Dijo María: Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí tal como has dicho” (Lc 1, 38).

María es un modelo a seguir para todos, por su fe, esperanza. Nuestra esperanza es la de irnos al cielo, es el único camino de la salvación, estamos invitados a mirar hacia el cielo esperanzados de subir juntos como sus discípulos, guiando a otros con el testimonio y el ejemplo; a pesar de las dificultades, que seamos capaces de perdonar y sobre todo que llevemos la Buena Nueva.

En otro orden de ideas, una vez finalizada la explicación del Evangelio se bendijo los afiches con la imagen de la Virgen del Carmen de la Cañabrava que fueron entregados por los ministros Marianos, quienes rezaron el Santo Rosario en los diferentes casas de las distintas comunidades de nuestra parroquia durante todo el mes. Del mismo modo, se realizaron las ofrendas, donde fueron entregadas por las Comunidades Eclesiales de Base y por los ministros Marianos las colaboraciones económicas aportadas por la feligresía del Palmar a la Parroquia San Juan Eudes, al igual que el kilo de amor (alimentos) para apoyar al Seminario Santo Tomás de Aquino.

Previo a finalizar la Eucaristía el párroco Noé Sánchez reconoció a los ministros Marianos la labor que vinieron haciendo desde el primero de mayo visitando los hogares de diversas zonas en El Bote, Torondoy, La Vega, La Mina, Palmar Viejo y Palmar Nuevo. Asimismo, agradeció a todas las personas que colaboraron con la grata visita de la Virgen del Carmen de la Cañabrava. “Las actividades que se realizan en la parroquia son el resultado de la colaboración de todos, una sola golondrina no puede hacer todo. Su recompensa será más grande en el cielo” añadió Sánchez.

De manera especial agradeció la visita del padre Oscar Lizarazo y le deseo que en su aniversario sacerdotal recibiera muchas bendiciones. El sacerdote Sánchez anunció que el próximo domingo 4 de junio se celebraría el día de Pentecostés y motivo a todas las comunidades a ambientar cada Iglesia en relación al tópico central del Espíritu Santo. Finalmente, la feligresía guiados por los Sacerdotes, realizaron la Consagración y las súplicas a la Virgen del Carmen de la Cañabrava para tiempos difíciles.