Sucre

Creyentes despiden a las almas en medio de cargadas ofrendas

TODOS SANTOS ACABÓ EN SUCRE. 

La fiesta de los muertos en Sucre se vive con el tradicional q’hanchacu.

Al mediodía de ayer, las almas que llegaron al mundo de los vivos fueron despedidas en medio de ofrendas cargadas de tradición. En el Cementerio General, las personas depositaron flores en las tumbas y les dedicaron canciones a sus seres queridos.

Desde las 8:00 de ayer, las personas, en menor cantidad que el martes, llegaron hasta el Cementerio General para visitar a sus parientes que fallecieron.

Llevaron flores y a diferencia del 1 de noviembre, ayer sí se pudo interpretar música en las tumbas.

En el camposanto se apreció que los dolientes oraban y derramaban lágrimas por sus seres queridos muertos, hasta hubo una familia que llevó violines y los niños interpretaron música que le gustaba a la abuela que partió al más allá.

Mientras que otros jóvenes, para ganar algunos pesos, se colocaron sotanas para interpretar canciones religiosas para los difuntos.

Mientras eso sucedía, hubo otras personas que, aunque tarde, se dieron tiempo para limpiar los nichos, pulir las lápidas y, en frente de la tumba, recordar anécdotas que vivieron junto a los que partieron al más allá.

Así, al mediodía, las personas despidieron a sus familiares elevando una oración y dejando las últimas flores por la fiesta de Todos Santos.

HÉROES DE LA CALANCHA

Pese a haber transcurrido cuatro años de los luctuosos hechos de La Calancha hubo gente que no se olvidó de los tres héroes que ofrendaron su vida en la lucha de Sucre por la Capitalidad. En su nicho, las personas dejaron flores y elevaron sus plegarias.

CAMPAÑA ELECTORAL

La fiesta de Todos Santos fue aprovechada por el candidato de la sigla 25 de Mayo para realizar campaña electoral.

Él y sus adeptos repartieron trípticos a la gente que llegaba al camposanto. La gente tomó de buena manera esta forma de campaña.

El candidato realizó la campaña en el frontis del Cementerio General de Sucre.

COMERCIO INFORMAL

La festividad de Todos Santos logró que varias familias ganen algunos pesos a través del comercio informal.

En las afueras del Cementerio General se armaron comercios de lentes, vidriería, comida, refrescos, flores y masitas tradicionales de Todos Santos.

Otro sector que también captó recursos económicos fue el de las personas invidentes que oraban por las almas que partieron y en retribución recibían el pago de 2,50 bolivianos de los dolientes.

Mientras, en el interior del Cementerio, los niños y adolescentes guías se ganaron algunas monedas limpiando lápidas, prestando los servicios de escaleras, a Bs 3, y guía turística, a Bs 20.

Lo que se vivirá hoy

Hoy, la fiesta continuará con la tradicional Cacharpaya o Toro Chico en la que se acostumbra levantar la mesa por alguna persona escogida por los dolientes. Esta actividad comienza al promediar las 14:00; con el sonido de un charango, un varón se disfraza de mujer y obliga a las personas a beber.

En este día también se realiza el intercambio de t’anta wawas entre las personas más afines para convertirse en comadres y compadres; estas masas serán devueltas el próximo año con una fiesta.

Esta tradición no es de Sucre, está más arraigada en Potosí, pero con los años se impuso en la región por la constante migración, según comentaron algunas personas.

Despiden a las almas con el tradicional q’hanchacu sucrense

Cerca de 1.000 platos de mondongo, seis turriles de chicha, dos turriles de cóctel es lo que repartió ayer la familia Romero Cardozo a los centenares de visitantes que llegaron a su hogar, ubicado en la zona de Lajastambo, para despedir el alma de doña Paulina, en el tradicional q’hanchacu.

Al igual que esta familia, centenares de familias en Sucre no escatimaron recursos económicos para “dar” al alma todo lo que en vida le gustó y también para ofrecer a los visitantes el tradicional mondongo, las masitas y una gran variedad de bebidas alcohólicas.

Los q’hanchacus año que pasa cobran mayor vigencia en la ciudad y la prueba es que ayer centenares de personas recorrieron las calles visitando a las familias dolientes, que generosamente las recibieron en sus hogares. El único requisito para ingresar a visitar la tumba era beber chicha, cócteles y mistelas, entre otras bebidas ofrecidas en la puerta de las viviendas.

Fieles a la tradición y aprovechando el feriado, las familias sucrenses, ayer, poco antes del mediodía, empezaron a movilizarse para visitar las tumbas, rezar a las almas y en retribución recibir masitas y un plato de mondongo.

El tradicional q’hanchacu se vive con mayor fe en los barrios periurbanos de la ciudad, donde se encuentran asentadas familias migrantes de las provincias de Chuquisaca y Potosí, que salvando pequeñas diferencias, practican la misma costumbre.

En algunas viviendas se formaron largas colas para ingresar a rezar y recibir el plato de mondongo y las masitas.

LAS TUMBAS

Las familias dolientes no descuidaron ningún detalle en la construcción de las tumbas, de acuerdo a la enseñanza de sus antepasados.

Varias familias sostuvieron que la tumba debe ser construida en forma de grada, cuya base se debe adornar con flores y luego colocar los alimentos que le gustaban al difunto.

“Para que el alma esté conforme, dicen nuestros abuelos, la tumba tiene que ser de seis o de tres gradas y no puede ser de otra manera y en cada grada tiene que haber una escalera para que el alma suba grada por grada y saboree las cosas que le gustaba”, contó Cristóbal Romero.

Tras recibir la visita de la población, al caer la tarde, los familiares procedieron a desarmar las tumbas y repartir los productos entre los familiares, amigos e incluso los visitantes.

BEBIDAS ALCOHÓLICAS

Los visitantes a las tumbas, según la tradición, deben ingresar a la vivienda para realizar la oración después de beber chicha en piñas, cóctel en manzanas, mistelas de diferentes colores, hecho que provocó un excesivo consumo de bebidas alcohólicas.