Sucre

Centellas: “La finalidad es única, ayudar para que los niños y jóvenes sean libres”

Centellas en homilía domingo VI del T.O.

Monseñor Centellas en el inicio del año educativo

Estudiantes, profesores y administrativos de Unidades Educativas fueron parte de la eucaristía dominical realizada desde la Catedral de la Arquidiócesis de Sucre. En la oportunidad, monseñor Ricardo Centellas, obispo de esta jurisdicción y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Boliviana pidió a Dios les ilumine y acompañe en este proceso educativo, recordándoles que: “Estos días han escuchado el tema de la nueva malla curricular, pueden aumentar y sacar contenidos, pero la finalidad de la educación es única: uno educa cuando aporta a una persona para que se desarrolle de manera libre. Si el niño y el joven no aprende esto, no estamos educando”, exhortó monseñor.

Todos ustedes saben muy bien que se educa, no tanto con lo que uno dice, sino con el testimonio que uno da, y el ejemplo de testimonio no solo lo tienen que dar los administrativos, profesores y alumnos… Todos, porque todos somos parte. Dios nos bendiga para que seamos capaces de ser buen ejemplo en la Unidad Educativa que me toca compartir, y ser buen ejemplo no es fácil. Al comenzar un nuevo año de educación y con la motivación católica vamos a pedirle a Dios que cada uno de ustedes y los que forman las Unidades Educativas sean bendecidos por Dios. Que Dios les acompañe e ilumine para que intenten ser, cada uno, ejemplo para el otro”, dijo monseñor señalando que la educación no es algo fácil.

En segundo lugar, motivado por las lecturas de la Biblia, manifestó: “En el libro del Eclesiástico se nos dice que ante el hombre está la vida y la muerte y cada uno tiene que decidir. La educación es eso, aprender a discernir, a distinguir qué me edifica, qué me destruye. Ustedes saben perfectamente que la finalidad de la educación es fomentar una persona libre o conseguir que el niño y joven sea persona libre. Así también el maestro, padre de familia y administrativos, pero de manera especial el sujeto de la educación, que es el estudiante. Y todos debemos movernos para que este niño y joven sea una persona libre, capaz de decidir, discernir. No a partir de prejuicios culturales, políticos, religiosos, sino a partir del ser persona”.

Dijo que la educación debe ayudarnos a que cada decisión que tomamos sea responsable. Entonces será libre. Pues si tomamos una decisión fruto de presiones, modas o cuestiones que no me dejan pensar, no es responsable, indicó monseñor animando a los jóvenes y responsables del área educativa a no ir contra el hermano y trabajar por la fraternidad y amistad social: “Hay que cuidarse de no insultar al hermano, de no menospreciarle, anularle, manipularle, porque la finalidad y objetivo es común. Intentemos vivir en fraternidad y respeto”, sostuvo.

Finalmente les pidió ser personas que aporten positivamente al desarrollo de este mundo y esta sociedad. Que sean personas que saben respetarse a sí mismas y a los demás. Entonces aparecerá un mundo de fraternidad y no de confrontación.

 

[Fuente: Prensa CEB y CENACOM]