Una multitud participó este fin de semana de la 38ª Peregrinación Juvenil a Pie a Luján, donde el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Jorge Mario Bergoglio SJ, llamó a crecer en la justicia y pidió ocuparse “más y mejor” de quienes sufren necesidades.
“Nuestros caminos están protegidos por la Virgen y por Jesús. Nuestra fe está en ellos, nuestra fe está aquí, esta es la casa de la fe de nuestra Patria. Por eso ahora rezamos y sentimos como late nuestro corazón porque estamos en la casa de nuestra Madre, en la casa de la fe de nuestra Patria”, subrayó ante miles de fieles que escucharon la misa central pese al cansancio de haber caminado casi 60 kilómetros desde Liniers hasta Luján.
Tras parafrasear el lema para recordar que “hoy, en la casa de nuestra Madre le venimos a hacer un pedido: que nos enseñe a trabajar por la justicia”, explicó que este pedido fue hecho por los propios peregrinos cuando visitan a la patrona de los argentinos.
Ante los caminantes, entre ellos familiares de las víctimas de la tragedia ferroviaria de Once, el purpurado porteño sostuvo que “Luján es la casa de todos los hijos de la Virgen y por eso estamos haciéndole este pedido: que nos enseñe a trabajar por la justicia, y que nos enseñe a trabajar por ser personas justas en la vida”.
“Posiblemente este pedido, hecho aquí en Luján, haya surgido del corazón de tantos peregrinos después de haber sido recibidos y escuchados. Porque aquí en Luján, a cada peregrino se lo recibe y se lo escucha. Y ser recibidos y escuchados es un gran acto de justicia; y gracias a esto estamos en paz, rezando y nos brotan cosas muy sinceras en el corazón, en la oración con la Virgen”, destacó.
“Y por eso surge esta necesidad de ser más hermanos, ocuparnos más y mejor unos de otros. Esto ya es ser justos. Aquí en Luján aprendemos a ser personas justas, porque con el corazón sereno y perdonado, nos llenamos del amor de Dios, por eso la mirada es mucho más profunda. Es mirar la vida desde Dios, es mirar la vida con Dios, que es El justo, el gran Justo”, agregó.
El primado argentino reiteró que “aquí hacemos este pedido para todos nosotros, para toda nuestra Patria. Es el mejor lugar para hacerlo. Que aprendamos todos a trabajar por la justicia y para esto, que siempre tengamos el corazón abierto, el corazón grande que nos anime a hacer este pedido”.
“Que a nadie le falte esa actitud del corazón, la de tener que aprender cada día a ser más justos en la vida. Que se nos enseñe dónde habrá que poner una mirada más abierta y disponible, menos egoísta o interesada, que se nos enseñe a que no hagamos la nuestra, a que no se diga de cada uno de nosotros: ‘Este hace la suya’, sino hacer una mirada, una gran mirada que nos haga hermanos, que nos preocupemos siempre por los demás”, indicó.
Por último, el cardenal Bergoglio dijo que a “la Virgen le pedimos fuerza para trabajar por la justicia. Le pedimos serenidad cuando haya dificultades. Le pedimos que seamos hermanos para poder compartir el camino. Y le pedimos a ella, que es Madre, que no nos falte el silencio de la oración: no vamos a poder ser justos si no lo rezamos, que no vamos a poder ser justos si no lo pedimos. Por eso le pedimos que no nos falte el silencio de la oración y las ganas de peregrinar para ofrecer la vida por los otros. Que ella nos conceda ésta gracia”.
A las 6.42, llegó a la plaza Belgrano, frente a la basílica, el grupo con la “imagen cabecera” de la Virgen que salió ayer al mediodía del santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers.
Uno de los momentos culminantes fue cuando esa figura se acercó hasta la “imagen original” de la Virgen, que data de 1630, que por segundo año consecutivo recibió a los promesantes.
Las oraciones de los peregrinos para que la tormenta no se desatara durante el camino parecieron ser escuchadas. “La Virgen hizo el milagro, no llovió, zafamos”, dijo Mariana Castañeda, de un colegio católicos de Ramos Mejía.
La expresión de fe popular, considerada la más convocante del país, se enmarcó este año en el mensaje para la Jornada Mundial de la Paz del papa Benedicto XVI, quien exhortó a un mayor compromiso con la justicia. También en la campaña bautismal de la arquidiócesis de Buenos Aires, por eso seminaristas y sacerdotes bautizaron a los peregrinos que se habían preparado para recibir este sacramento.+