La Paz

Buen trato al adulto mayor y Sínodo

Tenemos la suerte de llegar a ser personas adultas mayores, tomen de nosotros lo que les sirva, sostuvo con entusiasmo uno de los participantes del Taller de Análisis de la Realidad “Buen trato al adulto mayor y sínodo, diálogo hacía la novedad”, evento organizado por el Centro de Promoción del Laicado “Ricardo Bacherer” CEPROLAI y el Proyecto Adulto Mayor UPTE de la Universidad Católica San Pablo-Sede La Paz, los días 15 y 17 de junio, mediante Zoom.

Toma de conciencia del abuso y maltrato en la vejez

¿A quiénes se denomina personas adultas mayores?, ¿cuáles son los derechos que reconoce la Constitución Política del Estado, a las personas adultas mayores? Fueron las interrogantes con las que dio inicio su exposición Nehemías Vidal, abogado constitucionalista destacado expositor, por su valiosa contribución en el proceso de la Ley General de las Personas Adultas Mayores en Bolivia.
El recorrido de su exposición se centró en tres ejes transversales: Constitución Política del Estado, la Ley General de las Personas Adultas Mayores y la Convención Interamericana sobre la protección de los Derechos Humanos de las Personas Adultas Mayores.
Además de los derechos reconocidos en la Constitución Política del Estado, todas las personas adultas mayores tienen derecho a una vejez digna, enfatizó el expositor refiriéndose al goce que esta población debe tener en cuanto a condiciones como la alimentación y la renta dignidad; además a no sufrir violencia ni discriminación en los ámbitos de la salud y educación entre otros.
El derecho a una vejez digna de acuerdo a la Ley N°369, General de las Personas Adultas Mayores en Bolivia, significa fomentar emprendimientos productivos compuestos por personas adultas mayores de acuerdo a sus posibilidades y capacidades, además de diseñar mecanismos para la implementación de la responsabilidad social empresarial en favor de las personas adultas mayores y la práctica de actividades recreativas y de ocupación social, otorgando para ello la infraestructura, equipamiento y los recursos necesarios para su sostenibilidad.
Por otra parte, también se establecen criterios de trato preferente como el uso eficiente de los tiempos de atención, capacidad de respuesta institucional, capacitación y sensibilización del personal, atención personalizada especializada trato con calidad y calidez, erradicación de toda forma de maltrato y uso del idioma materno.
Respecto a la salud, se establecerá los lineamientos relacionados a la promoción de la salud y prevención de las enfermedades, para garantizar el ejercicio del derecho a la salud de las personas adultas mayores. Un acceso de salud con calidad y calidez.

Escuchar con los oídos del corazón

Es necesario escuchar con los oídos del corazón para construir puentes intergeneracionales, sostuvo a su turno, Dolly Alurralde, psicóloga de profesión y coordinadora del Proyecto Adulto Mayor UPTE de la Universidad Católica San Pablo-Sede La Paz.
La escucha es una dimensión del amor, afirmó la expositora segura de que una buena comunicación se basa en la escucha con paciencia y dedicación.
Escuchar con el asombro de un niño y con la sabiduría de un adulto es necesario para acercarnos al otro con apertura leal y honesta.
Muchas veces olvidamos la paciencia de nuestros padres que en la infancia respondían sin enojarse una y otra vez a las preguntas reiterativas que les hacíamos sobre algo que queríamos aprender. En cambio, en estos días de pandemia que difícil es escucharlos, perdemos fácilmente la paciencia cuando nos preguntan sobre temas referidos al uso de las tecnologías, nos cuesta escucharlos para atender a sus necesidades, reflexionó Dolly Alurralde.
Seamos propiciadores de una escucha activa que nos permita ponernos en el lugar de la otra persona. Las personas adultas mayores, necesitan atención, paciencia y comprensión, acompañarlos y seguirlos de acuerdo a sus necesidades.
Todos tenemos oídos, afirma el Papa Francisco, pero muchas veces incluso quien tiene un oído perfecto no consigue escuchar a los demás. Existe realmente una sordera interior peor que la sordera física. La escucha, en efecto, no tiene que ver solamente con el sentido del oído, sino con toda la persona. La verdadera sede de la escucha es el corazón.
La Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 15 de junio como día Mundial de toma de conciencia del Abuso y Maltrato en la vejez, mediante su resolución 66/127 Representa el día del año en el que todos expresamos nuestro rechazo a los abusos y sufrimientos a los que son sometidos muchos adultos mayores.
Integrar a los adultos mayores a la sociedad es tarea de todos y a diario podemos ir cambiando con pequeñas acciones el trato hacia ellos. Para esto la Incorporación al círculo familiar, el Reconocer su trayectoria y promover las Relaciones intergeneracionales es muy importante.

Sínodo y su importancia para la Iglesia católica paceña

Todo bautizado tiene capacidad de discernimiento y es capaz de iluminar con su aporte a la construcción de una Iglesia que responda a las necesidades de estos tiempos, sostuvo Erika Aldunate, Teóloga, docente de Cristología de la Universidad Católica San Pablo y Directora de CEPROLAI.
La fe de los sencillos destacó la Directora de CEPROLAI es muy importante porque permite recoger la experiencia de las personas que hacen vida de comunidad, que, sin ser teólogos ni especialistas en las Santas Escrituras, son capaces de aportar al sínodo desde sus experiencias de vida.
El Sínodo a ejemplo de la Santísima Trinidad, debe reflejar esa unidad en la diferencia, la Iglesia debe enriquecerse con el aporte de todos: mujeres, hombres, niños, jóvenes, personas con discapacidades, refugiados, migrantes, ancianos, personas que viven en la pobreza e incluso los católicos que rara vez o nunca practican su fe.

El rol de los adultos mayores en el Sínodo Paceño

Donde dos o más están reunidos en mi nombre ahí estoy yo dice el Señor, haciendo referencia a esta cita bíblica tomada del evangelio de San Mateo, Ramiro Callizaya, teólogo, Coordinador general de CEPROLAI y Secretario de la comisión teológica para el Sínodo Diocesano de la Arquidiócesis de La Paz, dio inicio a su exposición.
Participación, comunión y misión son los tres pilares que el expositor considera necesarios para Sinodalizar la Iglesia.
A veces se piensa que ya se dio mucho y que la edad es un impedimento para seguir aportando a la sociedad o la Iglesia, sin embargo, llegar a la ancianidad solo representa que ya se tiene un camino recorrido, enriquecido con mayor sabiduría, como en el caso de Abraham que a pesar de su avanzada edad, Dios le pide salir de su país y dirigirse a la tierra prometida. Porque nada es imposible para Dios, Abraham se convertirá en el padre de un gran pueblo.
“Frecuenta las reuniones de los ancianos y si hay algún sabio adhiere a él. Si ves a un hombre inteligente ve en seguida hacía él y que tus pies gasten el umbral de su puerta”, tomando estas palabras de la Biblia, Ramiro Callizaya preguntó a los asistentes ¿quiénes participan más en la Iglesia? la respuesta sin lugar a dudas fue las personas adultas mayores.
Esta respuesta unánime llevó al expositor a plantear la participación de las personas adultas mayores, a través de la conformación de una Pastoral del adulto mayor, capaz de enriquecer con la sabiduría propia de este sector a todos los espacios que conforman nuestra Iglesia.
La edad es una bendición, y los ancianos no so parias de los que hay que alejarse, sino signos vivos de la benevolencia de Dios que otorga vida en abundancia afirma el Papa Francisco por eso Ramiro Callisaya invita a toda la Iglesia a vivir la misión dando testimonio de Cristo y transmitiendo la buena nueva en una convivencia armoniosa y llena de amor.

Somos una sola Iglesia, Pueblo de Dios

Es necesario sinodalizar la Iglesia, caminar con el mundo sin mundanizarse, somos una sola Iglesia, pueblo de Dios, afirmó en su ponencia el Padre Luis Fernando Arteaga, responsable de Comunicación de la Arquidiócesis de La Paz y presidente de la comisión de comunicación para el Sínodo paceño.
Para sainodalizar la Iglesia tenemos que preguntarnos ¿qué Iglesia queremos? Una Iglesia modelo de cristiandad o una Iglesia Pueblo de Dios
Sínodo no es solo caminar por caminar, sino caminar juntos, hacía una misma meta que es la renovación de la Iglesia, a la luz del Espíritu Santo.
Necesitamos renovar la Iglesia paceña, tomando en cuentan aspectos como la religiosidad popular, la cultura, y vivencia de fe del pueblo de Dios.
El aspecto que más destaca en la Iglesia paceña es la solidaridad, afirmó el Padre Luis Arteaga, por lo tanto, la comunión, participación y misión son aspectos importantes en este camino sinodal que busca que sigamos construyendo el reino de Dios.
La Iglesia paceña sinodal debe ser: orante, fraterna, liberadora, Pueblo de Dios en camino y misionera, en constante salida al encuentro del otro.

Aportes de las Personas Adultas mayores

La dinámica del Taller de análisis de la realidad se enriqueció con los aportes de personas que a través de las salas virtuales de diálogo y la plenaria, habilitadas para escuchar las opiniones de los participantes permitieron recoger los siguientes aportes:
– Las personas adultas mayores merecen ser tratadas con respeto, paciencia y amor.
– Escuchar a las personas adultas mayores nos permitirá enriquecernos con sus consejos y sabiduría.
– Es importante hacer cumplir las leyes y decretos que favorecen a las personas adultas mayores en Bolivia.
– La educación desde la familia, es pilar fundamental para que las nuevas generaciones valoren a los adultos mayores
– Propiciar espacios de intercambio e interacción intergeneracional es importante para compartir experiencias y conocimientos.
– Es necesario motivar a las personas adultas mayores a seguir aprendiendo, a actualizarse y seguir aportando a la sociedad.
– El aporte de las personas adultas mayores al Sínodo paceño es importante porque desde su sabiduría y experiencia enriquecerá la transformación de una nueva Iglesia renovada y fecunda.
– Es indispensable sinodalizar tomando en cuenta el idioma, tradiciones y costumbres del pueblo aymara, para enriquecer la Iglesia con sus aportes.


Las arrugas no son símbolo de vejez, son las huellas de caminos recorridos, emblemas de luchas silenciosas que dejan su paso abriendo surcos en la faz del ser y se unen al efímero paso del tiempo, en las arenas del tiempo que llamamos vida. Nataly Carrasco