DATOS DE CHUQUISACA DEL ESTUDIO DE LA “U” CATÓLICA Y ALDEAS SOS.
INVESTIGACIÓN: El estudio presentado por la Universidad Católica y Aldeas SOS arrojó cifras del riesgo que corren los niños en el país, de ser desprotegidos por su seno familiar.
En Sucre hay alrededor de 36.700 niños con riesgo alto y muy alto de perder el cuidado familiar, en Chuquisaca, unos 87.300, y en todo el país, 900 mil, según un estudio realizado por la Universidad Católica Boliviana San Pablo y Aldeas Infantiles SOS, presentado ayer bajo el título de “Cada niño y niña cuenta”.
La Universidad Católica y Aldeas SOS trabajaron durante dos años para determinar factores de riesgo y cifras de niños en situación de vulnerabilidad desde el núcleo familiar y el Estado. El levantamiento de datos se hizo en el ámbito nacional durante ocho meses, con 106 entrevistas a funcionarios de entidades públicas del sistema de protección plurinacional para la niñez y la adolescencia, 11 grupos focales con 94 padres de familia y más de 4.600 encuestas, detalló en la presentación, la docente e investigadora del Instituto de Investigaciones de Ciencias del Comportamiento de la Universidad Católica, Natalie Guillén.
Uno de los antecedentes del trabajo es que en 2009, los niños que perdieron el cuidado parental llegaban a 16.981, y en 2012, a 20.000. En seis años la cifra ascendió al 57%.
Los objetivos fueron describir cuál es la situación de los derechos de los niños en Bolivia que están en riesgo de perder el cuidado parental o que ya lo perdieron; conocer la situación de las familias y qué sucede para que lleguen a un punto de quiebre, y poder presentar una herramienta para actuar frente a la problemática.
Según la explicación de Guillén, el Estado tiene un Sistema de Protección Plurinacional Integral de la Niñez y de la Adolescencia (SIPPROINA) desde hace tres años, pero recién hace dos meses se aprobó un plan de acción para su aplicación; los municipios y departamentos también carecen de planes.
Por otro lado, se percibe que sólo el 50% de las instituciones busca a la familia ampliada u otros parientes antes de institucionalizar a un niño, y que éstos, al salir de los centros, atraviesan por una serie de obstáculos emocionales, económicos y sociales al verse solos tras la pérdida de contacto con sus parientes.
Según los resultados, los factores de riesgo en las familias son los proyectos de vida personal de los padres que no siempre pasan por lo económico, sino por el desarrollo personal, abandono a la pareja y los hijos, estrés, consumo de drogas, violencia infrafamiliar y otros. Para prevenir, se necesita tener en cuenta el tipo de familia y su desarrollo, determinar si cuentan con acceso a una vivienda, educación y salud; temas de discriminación, desarrollo socioeconómico y políticas públicas.
La gerente del Programa en Sucre, Paola Chirinos, dijo que en el país 666.066 niños y niñas corren el riesgo de no vivir en una familia; 193 mil viven con algún otro tipo de familia o con algún otro familiar y más de 80.000 con personas ajenas. Según los datos de la Defensoría del Pueblo, 30.000 niños crecen en centros de acogida, haciendo un total de 970 mil menores de edad que ya no tienen familias o que corren el riesgo de perderlas. En la presentación se destacó que 4.000 están en situación de calle.
Los resultados en Sucre arrojan que 36.730 niños corren riesgo alto y muy alto de perder el cuidado familiar, y en Chuquisaca alcanzan a 87.333.
Las cifras alarmaron a los involucrados e invitaron a trabajar por mejorar la situación de los niños, desde la asignación de mayores recursos y el compromiso de funcionarios y autoridades.