EL PAPA FRANCISCO LO DECLARÓ VENERABLE SIERVO DE DIOS.
MISIONES: Doroteo Hernández. VENERABLE. SIERVO DE DIOS. “El deseo no basta. Necesitarás coraje”.
El papa Francisco nombró Venerable Siervo de Dios, un paso más para ser santo, al sacerdote Doroteo Hernández Vera, que fundó el Instituto Secular Cruzada Evangélica y que en Chuquisaca trabajó en Sucre, Yotala y Yamparáez.
Tras ser nombrado Venerable siervo de Dios, y para que el padre Doroteo sea declarado beato y después canonizado se debe continuar con los estudios por el Vaticano y documentar la causa, para lo que se necesita comprobar milagros y favores recibidos.
En Sucre, existen varios testimonios que dan cuenta de la intercesión y favores del padre, como el caso de un adolescente que, víctima de un atraco, fue apuñalado en la médula espinal, el médico pronosticó que no volvería a caminar. Postrado en la cama, el joven pidió que le pasaran una estampa del padre Doroteo sobre la herida y que le acompañaran a realizar la oración de intercesión. A menos de una semana de la plegaria, el joven salió caminando del sitio donde antes le dijeron que no encontraría cura en ningún lugar.
Hay otros testimonios de matrimonios que no podían concebir hijos, pero que fueron bendecidos tras pedir al padre Doroteo que intercediera ante Dios para el milagro en sus vidas.
Muchas personas que conocieron al padre Doroteo, alumnos y ex alumnos de los centros son devotos y llevan consigo la estampa donde está la oración para pedirle favores.
¿QUIÉN ES EL PADRE DOROTEO?
El padre Doroteo Nació en España en 1901, a sus cuatro años ya sabía que quería ser cura. Tendría ocho, cuando salía a las calles a vender periódicos de la llamada “buena prensa”. A los 12, ingresó al seminario. Su familia no tenía dinero para costear su formación, pero él estaba decidido, realizó trabajos para pagar sus estudios y lo logró.
Ya en el ejercicio de su apostolado, en 1937, fundó el Instituto Secular Cruzada Evangélica.
En 1960 llegan las primeras misioneras a Bolivia, primero a Yotala y después a Portachuelo (Santa Cruz), de donde saldrían a otros municipios.
Llegó al país en 1964 y su estadía se prolongó hasta 1965.
La señorita Cruzada Amelia Fernández, que ya lleva 57 años de servicio en Bolivia, recuerda que compartió con él su estadía en Bolivia.
El padre tenía carácter amable y era buen conversador. Todas las tardes salía al encuentro de los niños y adultos con quienes se reunía para hablar fraternalmente y evangelizar. Amelia lo rememora subido a un camión para dar misa, rodeado de la gente que escuchaba atentamente su prédica.
“Fueron unos años hermosos”, asegura. Contó de los trabajos de misión que hicieron en las comunidades campesinas como Pulqui, Anfaya, a donde llevaron atención médica y organizaron los equipos de apostolado, además de Yamparáez, donde el mismo padre señaló el lugar donde deberían formar una obra. Actualmente, ahí funciona un internado de promoción de jóvenes campesinas y un comedor popular.
El padre Doroteo retornó nuevamente al país en 1976, pero esta vez no llegó a Sucre, sólo a Santa Cruz, donde fue Condecorado con el Cóndor de los Andes en grado de Comendador por el trabajo social realizado a través del instituto que fundó.
Antes de marcharse, ya con la salud deteriorada, dejó una carta a “Las Cruzadas”, pidiéndoles “que sean buenas y que tengan una formación permanente”, con la intención “no de lucirse sino de servir mejor”.
EL CARISMA DEL INSTITUTO
El carisma del instituto secular es la evangelización y la promoción humana. Las señoritas Cruzadas están inmersas en el mundo sin pertenecer a él. Aparte de su formación religiosa, todas prosiguen una formación académica para ser más útiles al apostolado que es el fundamento del Instituto.
Un milagro
El actual Centro de Formación Integral Rural (CFIR) Vera, más conocido como El Cortijo, daba sus primeros pasos en Yotala, con el accionar de “Las Cruzadas” y el apoyo de benefactores para echar andar el proyecto. Se enfrentaban con varios inconvenientes, entre ellos la escasez de agua, elemento indispensable para el funcionamiento del proyecto en la comunidad. Las Cruzadas lograron que la entonces Prefectura perforara dos pozos, pero sin éxito, incluso cuando llegaron a excavar más de 120 metros.
Sin agua, nada podían hacer y debían preparar su partida. Los trabajadores estaban prestos para irse, pero una de las Cruzadas los detuvo, les pidió un espacio y en un último intento, hasta que ella volviera de Yotala, y luego de una plegaria al padre Doroteo, entre lágrimas le pidió ayuda; casi a manera de enojo le dijo: “Qué le cuesta hacer el milagro (agua) para que nosotras podamos ayudar a los demás”.
Tras sus ruegos, y en camino al encuentro con los técnicos, salió corriendo un niño entre gritos, para decirle que salía agua del pozo, que ahora riega los cultivos y permite el funcionamiento del CFIR Vera, ahora modelo educativo a nivel nacional que funciona con más de diez especialidades entre ellas Agricultura, Zootecnia, Carpintería, Construcción Civil, Metal Mecánica, Tejidos, Costura, Corte y Confección y un internado que alberga a 200 jóvenes campesinos de escasos recursos. El milagro estaba hecho.
Según el jesuita Bernardo Gantier, el padre Doroteo, sería el cuarto Santo que estuvo en Sucre, después de Francisco Solano, Juan Pablo II y Nazaria Ignacia.
Alegría en la Iglesia de Sucre
El arzobispo de Sucre, monseñor Jesús Juárez, expresó su alegría por la declaración de Venerable al padre Doroteo Hernández.
“Para la Iglesia de Sucre es una bendición de Dios que nos llenó de alegría, el padre fue declarado Venerable, eso quiere decir que ya se le puede dar un culto público, invocarle con la oración, pidiéndole socorro a nuestras necesidades, y también solicitar de su bondad que con la ayuda del Señor haga el milagro correspondiente para ser llevado a los altares”, afirmó tras la homilía de ayer, domingo, en la Catedral.
Pidió que quienes hayan recibido algún favor o milagro, se comuniquen con las señoritas Cruzadas. En Sucre se encuentran en la calle Loa Nº 541, al teléfono 64 – 60812 y al celular 65077096.
[Fuente: Correo del Sur]
[Imagen: Pasos santos por la Capital]