Hace falta un diálogo más profundo sobre el sentido del carnaval en nuestras culturas.
Antes de tocar los temas de “ojo por ojo” y de “la otra mejilla” Jesús dijo que vino para que tengamos vida en abundancia.
Dios quiere ver si nos puede enamorar y seducir para un proyecto de vida en abundancia.
Jesús habla del amor al prójimo y nos habla con amor, porque nos conoce y nos quiere.
Por la sabiduría del mundo sufrimos matanzas, avasallamientos, guerras, asesinatos, todo con impunidad.
La sabiduría del mundo consiste en negar la humanidad del adversario tacharlo de enemigo, destruirlo como sea.
Homilía de Mons. Robert H. Flock
Obispo de la Diócesis de San Ignacio de Velasco
Séptimo Domingo de Tiempo Ordinario – 19 de febrero del 2023.
La sabiduría de este mundo es locura delante de Dios.
Queridos hermanos:
Espero que este feriado de Carnaval sea para ustedes un tiempo agradable, que puedan disfrutar con su familia y con sus vecinos. A mí siempre me gusta tener algunos días donde no tengo un horario fijo y pueda trabajar o descansar a mi propio ritmo. Dicho esto, mi experiencia de Carnaval no siempre ha sido tan positiva. En Santa Cruz, se hacía el corso en el segundo anillo, con el palco frente a nuestra parroquia La Santa Cruz, bloqueando nuestros accesos con las gradas para el público; nosotros mismos teníamos que pagar si queríamos mirar a las comparsas, que como espectáculo no es nada especial, un baile de borrachos. Era siempre imposible dormir por el ruido. No entiendo para qué tener el volumen tan fuerte que no se puede conversar con la persona a su lado. El día después, había montones de basura y otras formas de suciedad desagradables.
Hace falta un diálogo más profundo sobre el sentido del carnaval en nuestras culturas.
Ahora hay un conflicto por realizar el corso en el cambódromo, que fue creado precisamente para este fin. Aunque hay el tema del malestar por el secuestro del gobernador, parece que el rechazo, no es del corso como tal, sino por los inconvenientes para los residentes de la zona. Siempre se defiende el carnaval cruceño como expresión de la alegría camba. Personalmente, yo no veo mucha alegría, sino desenfreno y desahogo, que seguramente hace falta, para que, con tantas tensiones por las frustraciones políticas, económicas y sociales, no descendamos a un infierno de violencia, de lo cual ya hay mucho. No quiero ser un “aguafiestas”, pero me parece que hace falta un diálogo más profundo sobre el sentido del carnaval en nuestras culturas, preguntando cómo pueden estas celebraciones humanizarnos y elevarnos como personas y como pueblo.
Antes de tocar los temas de “ojo por ojo” y de “la otra mejilla” Jesús dijo que vino para que tengamos vida en abundancia.
En nuestra primera lectura, el Señor insiste: “Ustedes serán santos, porque Yo, el Señor su Dios, soy santo.” De manera similar, Jesús, está enseñando en el Evangelio: “Sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.” Es un mensaje difícil en tiempos de Carnaval, pero quizás es precisamente cuando hace falta escucharlo. Para comprenderlo, antes de tocar los temas de “ojo por ojo” y de “la otra mejilla” es bueno recordar que Jesús dijo que vino para que tengamos vida, y la vida en abundancia (Juan 10,10). De la misma manera, al preguntarme, a fondo, ¿para qué es el carnaval?, la respuesta es la misma: para que tengamos vida y la vida en abundancia. Lo irónico, es que la cuaresma, cuando en vez de desenfreno y desahogo, hagamos ayuno y oración, es también para que tengamos la vida en abundancia. Cuando Jesús fue a las Bodas de Caná, y a instigación de la Virgen María, cambió agua en vino de la mayor calidad, era para que tengan vida en abundancia. Y cuando convirtió su sangre en el vino de la alianza nueva y eterna, también era para este fin.
Dios quiere ver si nos puede enamorar y seducir para un proyecto de vida en abundancia.
Lo que no sabemos, de las Bodas de Caná, es si Jesús bailó con la novia. Yo me imagino que sí, porque a fondo, el ministerio de Jesús, predicando en Galilea, aceptando las invitaciones para cenar, sea con los publicanos como Mateo, o con los Fariseos como Simón, alojándose con Zaqueo en Jericó o con Marta, María y Lázaro en Betania, curando a un enfermo, expulsando a un demonio, resucitando a un muerto… Todo, todo, todo esto es un tango, es un baile entre Dios y su pueblo, para ver si nos puede enamorar y seducir para un proyecto de vida en abundancia, a fondo alegre, gozoso, íntimo y fecundo, y por supuesto, sano y hasta santo.
Jesús habla del amor al prójimo y nos habla con amor, porque nos conoce y nos quiere.
Una partecita de este tango escuchamos hoy, cuando Jesús dice, como susurrando al oído de su novia: “Ustedes han oído que se dijo: «Ojo por ojo y diente por diente». Pero Yo les digo que no hagan frente al que les hace mal”. “Ustedes han oído que se dijo: «Amarás a tu prójimo» y odiarás a tu enemigo. Pero Yo les digo: Amen a sus enemigos.” Parece una locura lo que nos dice, pero está hablando del amor al prójimo, y está hablándonos con amor porque nos conoce y nos quiere.
Por la sabiduría del mundo sufrimos matanzas, avasallamientos, guerras, asesinatos, todo con impunidad.
Y como eco en el fondo del corazón escuchamos el comentario de San Pablo que explica: “La sabiduría de este mundo es locura delante de Dios”. Pues, la sabiduría de este mundo es: “si alguien te da una bofetada en la mejilla, métele un cuchillo en el corazón; si te amenaza con un cuchillo, ponle una bala en la cara.” Es por este tipo de sabiduría, en realidad, locura total, que hay estas matanzas a diario en los Estados Unidos, donde la tenencia de armas de asalto es un supuesto derecho constitucional que se defiende por encima del derecho a la seguridad de niños y jóvenes en las escuelas y universidades. En Bolivia, por esta sabiduría falsa, sufrimos a diario los avasallamientos de tierra, las guerras entre narcotraficantes y los asesinatos a plena luz del día, todo con impunidad.
La sabiduría de este mundo es: “si la oposición descubre tu fraude, acúsale de golpe; si revele tu mentira, métele en la cárcel; si insiste en la verdad, destrúyelo con la muerte civil; si representa a Dios, prisión incomunicada; si es Hijo de Dios, crucifícalo”. Por esto tenemos a Camacho en Chochocoro y a Mons. Álvarez encarcelado en Nicaragua, y a Jesucristo en el cielo como Juez de vivos y difuntos.
La sabiduría del mundo consiste en negar la humanidad del adversario tacharlo de enemigo, destruirlo como sea.
La sabiduría del mundo consiste en negar la humanidad del adversario, tacharlo de enemigo y destruirlo como sea. Por esto tenemos la invasión de Ucrania, desde la megalomanía paranoica del dictador de Rusia. ¿Por qué considera a Ucrania como enemigo? ¿Acaso es una amenaza a un poder nuclear como Rusia? Es porque en Ucrania hay libertad y democracia. Libertad y democracia: esto sí, asusta a los dictadores; les provoca temor y temblor; no sorprende su letanía de terrorismo.
En cambio, “la locura de Dios es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fortaleza de los hombres.” (1Cor 1,25). Por esto, Jesús abrazó la cruz, perdonó a sus enemigos, y nos prepara un carnaval celestial, donde no hará falta después ninguna Cuaresma.