En la villa primero de mayo se encuentra la Parroquia cuyo nombre está dedicado a la Asunción de la Virgen María al cielo: Parroquia María Asunta. Allí llegó Monseñor Sergio Gualberti la noche de este martes 15 de agosto para celebrar la Eucaristía y animar a seguir el ejemplo de María que vivió su fe amando a Dios y sirviendo a los hermanos en el día a día.
Es la fiesta de la alegría, de la belleza interior de María, de la esperanza en la resurrección y de la victoria de la vida sobre la muerte, aseguró Monseñor Sergio.
La Eucaristía comenzó con una procesión de entrada bastante numerosa que dio vuelta a la plaza de la Villa para luego ingresar al templo donde no cabía un alma más. En su homilía, el Prelado se refirió a la Solemnidad de la Asunción de la Virgen, conocida como fiesta de “La Asunta” señalando que la ascensión es la fiesta de la Virgen en gloria de Dios con su cuerpo y alma definitivos en el cielo, por eso se vuelve la fiesta de la luz, porque verá a Dios ya no como un espejo sino a cara a cara y verá el rostro resplandeciente y luminoso de su hijo Resucitado.
Destacó la belleza no física sino interior de María y la propuso como mujer modelo de fe “El cristiano tiene que saber valorar a su madre” insistió a tiempo de agregar que la fiesta de la asunta es también “la fiesta de la esperanza” porque si nuestra madre es la única criatura que está en la gloria de Dios, significa que también nosotros un día podemos estar con ella en el cielo y eso da sentido a nuestra vida que no termina con un ataúd, es por tanto también la fiesta de la victoria de la vida sobre la muerte, sostuvo el Prelado cruceño.
Monseñor afirmó que todos estamos llamados a vivir y practicar nuestra fe en el día a día ¿cómo hacerlo? Precisamente María nos muestra el camino y da el ejemplo al ir de prisa para servir a su prima, como lo cuenta el evangelio del día. “Estamos llamados a creer y amar a Dios amando y sirviendo al prójimo como nuestra madre María” finalizó Monseñor.
