La designación del ciudadano César Navarro como delegado presidencial de la Agenda Patriótica del Bicentenario de Bolivia (2025) nos muestra que tenemos un mandatario optimista, o un aprendiz de brujo a quien le enseñaron a adivinar el futuro.
Yo no fui quien reparó en este dimensión profética del presidente Morales que lo llevó a designar un funcionario que irá a preparar los festejos del Bicentenario de Bolivia con semejante anticipación, fue una cholita cochabambina a quien mis lectores conocen y admiran más que yo, pues muchos de ellos me piden que se las presente con diferentes propósitos siendo el más frecuente la ambición de conocer a una cholita todavía joven, inteligente y sobre todo con mucha plata en sus faltriqueras.
Con su habitual perspicacia, ella me preguntó en forma clara y audible: “¿Por qué nuestro Evo se halla tan seguro de continuar gobernando Bolivia el año 2025 si recién estamos en el año 2013, trabajando afanosamente en estos días para intervenir en las elecciones del 2014, buscando su re-re-re-re-elección?” –dijo– mirando a mis ojos chojñis (con lagañas) y clavando en éstos sus ojos chaskañawis (ojos de estrella).
La seguridad en Evo de que seguirá gobernando Bolivia dentro de 12 años me pareció prodigiosa, sobre todo porque yo soy viejito (achachi) y ruego a Dios resistir este invierno que comienza.
Macacha me explicó suavemente que nuestro Presidente es un hombre joven y espera sin cuidado la llegada del Bicentenario de Bolivia, no sin insinuar suave y delicadamente que “nadie tiene la vida comprada” –como dice el popular refrán– y que en cualquier día y hora entregaremos la herramienta al Diablo, sobre todo siendo político boliviano.
Las palabras de la cholita de Quillacollo me estremecieron, provocando una invocación al Cielo que dice “¡Alma de Villarroel, Tata Belzu, protégenos a todos los pecadores!”.
Como no me gusta dramatizar situaciones imaginadas, me atreví a decir a mi comadre: “Yo creo que el presidente Evo seguirá siendo beneficiado por la suerte y no sería nada raro que el año 2025 (Segundo Centenario de Bolivia) Evo contraiga matrimonio siguiendo el ejemplo de su Vicepresidente, hecho que le llevaría a verse obligado a realizar cambios en sus planes políticos como dejar la Presidencia y ser Embajador de Bolivia en algún país europeo.
Mi comadre sonrió ante una perspectiva tan feliz para quien había nacido en una aldea pobre de Oruro.
Sin embargo, puestos a imaginar cosas, la cochabambina me ganó y me dijo: “Tal vez, esa fecha tan gloriosa, Evo la celebre ejerciendo la presidencia de la Unión de Pueblos del Sur (Unasur) o siendo Asesor Futbolístico del Gobierno de Venezuela, país que él quiere mucho”.