Oruro

TATA SANTIAGO DE BOMBORI, EN LA FE DE NUESTROS PUEBLOS

Este 25 de julio se celebra su día en una comunidad alejada de los centros urbanos de Bolivia. Miles de personas se trasladan a un antiguo pueblo de Bombori con la finalidad de pedir favores, especialmente en el tema de salud y bienesta.

La mayoría de la gente que acude ante los pies del Señor de Bombori relata que gracias a la fe que demuestran al Tata, han logrado curar enfermedades casi terminales. Cada año, a mediados de julio y
finales de noviembre, miles de personas convergen en la comunidad de Bombori —a ocho horas desde Potosí y cinco desde Llallagua— para presentar sus respetos al Tata y pedir su intercesión en asuntos que van desde la salud hasta el dinero, pues, se dice que es el más milagroso de todos los Santiagos. ´Médico es´, comentan las ancianas de la comunidad cuando alguien les pregunta el porqué de su éxito.

La pequeña capilla original, resabio de la colonia, tiene las paredes tiznadas por el humo de cientos de velas. Sólo abre los martes y jueves. El olor de flores provenientes de las docenas de ramos ofrendados satura el ambiente. ´Recuerdo de Carlos y Sandra Carrasco´ y ´Gracias Tata, de parte de Miguel´, son algunas de las inscripciones que cubren las paredes y piso del templo. Fueron
hechas por fieles que llegan el 25 de julio y el 20 de noviembre para expresar su agradecimiento.

Durante esas fechas Bombori, que alberga alrededor de 70 familias, se ve inundada por visitantes. Las autoridades calculan que cerca a 2.000 camiones y 20.000 personas llegan durante los primeros
días. ´Todos ellos bailan morenadas y caporales. Algunos ayudaron a pasar la fiesta del Tata más de una vez y, cuando se van a sus casas, dejan recuerdos importantes”, dice Serafín. Es tal la fama del Tata, que mucha gente lo conoce sólo como el Tata Bombori, en vez de Santiago de Bombori o Pomporí, como se llamaba antes la localidad.

El error permitió descubrir un intento de estafa para aprovechar la fama del santo. ´Unos parientes estaban viajando por Oruro cuando llegaron a un lugar donde un tipo venía diciendo que el Tata
ya no está en Bombori, sino en esa comunidad´, reclama Serafín. ´No se dan cuenta que el verdadero nombre es Santiago de Bombori´.

La estrategia de estas personas es obtener reliquias y fotografías durante la fiesta del santo, para luego anunciarlas como la imagen verdadera. Sin embargo, las autoridades de Bombori hacen todo lo posible para evitar los engaños y siempre advierten acerca del problema. ´No se deje engañar, el Tata no salió de Bombori´. Cuando los más viejos del pueblo correteaban por la plaza, ya estaba allí. Nadie sabe cuándo llegó a sentar sus reales en la comunidad minera. Algunos dicen que se quedó luego de la lucha por la independencia, cuando los españoles tuvieron que escapar de Potosí. Otros aseguran que estuvo desde que la Colonia llegó a Potosí. Como sea, lo único seguro es que el Tata Santiago de la capilla de Bombori, en el norte potosino, es uno de los santos más reverenciados.

Serafín Romero Llave, miembro de la Federación Única de Trabajadores Originarios del Norte Potosí y autoridad de Bombori, menciona que uno de los principales atributos de este Tata Santiago es la habilidad para curar los males de quienes se postran a sus pies con fe. Capo es el Tata. Aquellos que llegan mal, se van en buen estado. Los ciegos se van viendo y los cojos corriendo´. Una vez que la
broma sigue su cauce, la autoridad explica que, si bien estaba exagerando en un principio, la fama del Tata Santiago como sanador es reconocida.

Este sombrero de gaucho es un recuerdo de un visitante que llegó desde el sur de Argentina hace muchos años. Me contó que viene cada año, ya que el santo le curó de una enfermedad grave y, por eso, llega al santuario todos los años que puede´, recuerda Rosendo Ninaya, visitante asiduo del santuario.

Todos los pobladores relatan historias similares. Hombres y mujeres de Perú, Chile, Argentina y otros lados llegaron con distintas dolencias y se curaron con las milagrosas intervenciones del Tata Santiago. ´Se dice que llegas cojeando y adolorido a Bombori y te vas cantando, chupando y bailando ´, añade el chofer René Tintaya. Pero para que los milagros del Tata sean efectivos, se tiene que cumplir con un requisito, advierte Serafín. ´Si no te presentas con mucha, pero mucha fe, el Tata no escuchará tus plegarias