Internacional

SÍNTESIS CUARTA SESIÓN SEMANA SOCIAL 2012

Esta última jornada se inició compartiendo la lectura de las Conclusiones de los Paneles Temáticos simultáneos.

Luego el Tercer Panel central abordó el tema Diálogo y profundización del lema de la Semana Social 2012 “Trabajo, Dignidad y Justicia Social”. Expusieron el Pbro. Juan Carlos Scanone s.j. -experto en Doctrina Social de la Iglesia- y Juan Carlos Mena -Rector Universidad FASTA de Mar del Plata y presidente del Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP)-.

El padre Juan Carlos Scanone s.j. se refirió en su ponencia a los “tres términos que componen el título de la Semana Social que tienen, según mi opinión, la realidad del trabajo subjetivo, según la explica el beato Juan Pablo II en su encíclica Laborem Exercens”. Y continuó: “voy a presentar este concepto, luego haré ver su interrelación con la dignidad humana y la justicia social, y por último lo conectaré con ‘las cosas nuevas’ [en el sentido de las consecuencias de la globalización] de hoy, de acuerdo con la encíclica social del actual Papa “.

El Dr. Juan Carlos Mena hizo unas “reflexiones complementarias” a las ya vertidas en este espacio “yendo hacia un horizonte reflexivo” se refirió a dos aspectos: “la educación -la relación estrecha que tiene con el trabajo y la promoción humana- y la justicia y más específicamente con el derecho como objeto de la justicia, porque finalmente la justicia social es una especificación de la justicia entendida como virtud, como voluntad de dar a cada uno lo suyo, en este caso lo suyo social “.
“Pensaba en la reflexión que hizo monseñor Lozano cuando empezaban estas jornadas de recuperar losprincipios de libertad, igualdad y fraternidad, que en la practica no se han plasmado. Y no se han plasmado, entre otras cosas, porque el espíritu que insuflaba estas palabras eran de la revolución francesa que justamente no compartía los valores cristianos. La única manera de que nosotros le demos realidad a estas palabras es que las bauticemos y les demos un auténtico sentido cristiano. Cuando hablemos de libertad que hablemos de Jesucristo que nos liberó del pecado y de la muerte; la igualdad que surge del haber sido creados a imagen y semejanza de Dios y la fraternidad que nos viene a todos de ser hijos de un mismo Padre, hermanos en Jesucristo y coherederos del cielo. (…) Cuando veamos en nuestro empleador, en nuestros trabajadores o en nuestros compatriotas, en nuestros estudiantes, un hijo de Dios cambiarán las relaciones sociales para nosotros.”

La Misa de Clausura de la Semana Social 2012 fue presidida por Monseñor Jorge Lozano, Obispo de Gualeguaychú y Presidente de la CEPAS, y concelebrada por monseñor Jorge Casaretto y 11 sacerdotes.
Al iniciarse la misa, monseñor Jorge Casaretto dirigió unas palabras a los fieles:
“En estos días la Iglesia Argentina ha vivido un acontecimiento duro, verdaderamente triste, y hemos tratado de prescindir de esto durante el desarrollo de la Semana Social para poder avanzar en nuestro pensamiento y nuestra reflexión en paz.
En este momento de la Eucaristía final con Jorge [Lozano] pensamos que es importante que pongamos toda nuestra oración ahora y aquí por la Iglesia, por monseñor Bargalló, por todo lo que esto pudo haber afectado a la vida de la Iglesia. Ponemos esto en el altar del Señor para que esta dimensión tan fuerte haga crecer a la Iglesia en sus valores, sobre todo en el valor de la misericordia, de la caridad y de la edificación de nuestro pueblo.
En esta Eucaristía vamos a rezar también por monseñor Giaquinta y monseñor Laguna, recordándolos como fueron: importantes gestores de la Pastoral Social y que en el término de estos dos años, que no nos reunimos en Mar del Plata, murieron los dos. Y también rezamos por las intenciones de todos ustedes”.

Desgrabación de la homilía pronunciada por monseñor Jorge Lozano

Los profetas y el mismo Juan el Bautista de quien celebramos su nacimiento atravesaron momentos de zozobra y confusión.

Leíamos en la primera lectura al profeta Isaías que se lamentaba diciendo “en vano gasté mis fuerzas”. Y Juan el Bautista, estando en la cárcel, hacia el final ya de sus días, estaba también confundido y mandó a sus discípulos a preguntarle a Jesús: “¿eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?”.

Una pregunta que expresaba su dificultad. Y Jesús que le manda decir “Cuéntenle a Juan el Bautista qué es lo que ustedes ven “. Los ciegos recuperan la vista, los paralíticos caminan y a los pobres se les anuncia el reino de los cielos.

A través de esos signos Jesús le manda decir a Juan el Bautista que no había que seguir esperando a otro: que era Él. Y al profeta Isaías el mismo Señor lo renueva también en la esperanza diciéndole “es demasiado poco que seas mi servidor, yo te hago luz de las naciones “. No sólo para traer a las ovejas perdidas del pueblo de Israel sino para anunciar la salvación del Señor a todos los tiempos.

Nosotros, a veces, en nuestra vida, en nuestras comunidades, en nuestros diálogos, atravesamos momentos de inquietud y de zozobra y que experimentamos sentimientos muy parecidos a los del profeta Isaías o los de Juan el Bautista.

Nos parece que nuestras fuerzas se gastan inútilmente o que no dan los frutos que esperamos las tareas que desarrollamos, o tenemos esa especie de confusión de
Juan el Bautista.

Y no tenemos un camino distinto al que tuvieron ellos para ser renovados en la esperanza. Somos invitados a mirar los signos. Signos de la presencia de Dios fundamentalmente en los pobres, en aquellos en los que el Señor nos sigue enviando también hoy como Iglesia para servirles y anunciarles esta cercanía del reino de Dios.

Celebramos este nacimiento de Juan el Bautista a seis meses del nacimiento del Niño Jesús en la próxima Navidad porque reconocemos, como decíamos en la oración inicial, y nos relataba el libro de los Hechos de los Apóstoles, que Juan fue el Precursor de Jesús. Precursor en su nacimiento, precursor también en la predicación: le tocó prepararle el camino al Señor, y precursor también en el martirio, en el derramamiento de la sangre. Esto le valió de parte de Jesús una alabanza muy grande al Bautista diciendo que de los “nacidos de mujer no hay nadie más grande que él”.
Diciendo también a los discípulos, cuando le hablaban de él, les decía “qué fueron a ver al desierto, ¿a una caña que se deja mover por el viento?, les aseguro que no “.
Jesús tuvo mucho aprecio por Juan, por su predicación, por su bautismo, por todo lo que él fue realizando como preparación del pueblo para el encuentro con Jesús.

Nosotros hoy, celebrando a este santo y celebrando la vida y la fe, recogemos esta misma vocación profética. Estamos nosotros también llamados a ser como Isaías, como Juan el Bautista, luz de las naciones y a preparar el camino del Señor.

Y, como todo profeta, estamos llamados a dar buenas noticias.
La buena noticia de que Dios está cerca de nosotros.
La buena noticia de que nosotros también queremos estar cerca de nuestros hermanos.
La buena noticia de que Jesucristo murió y resucitó haciéndonos hermanos, miembros de una misma familia.
La buena noticia de la alegría que tenemos en el corazón.

La palabra “alegría” se fue repitiendo también en estos textos y en la oración inicial de la misa. Me acordaba de la última exhortación apostólica del Papa acerca de la palabra de Dios, él en un momento dice: “Una fiesta se puede organizar, pero la alegría, no”. Porque la alegría es un don del Espíritu Santo. Y nosotros entonces reconociendo que esta alegría profunda es un don del Espíritu la pedimos para nosotros. Para ser fortalecidos en la esperanza y para poder comunicar, con alegría, este gozo que tenemos de habernos dejado renovar por el Señor y queriendo entonces entregar nuestra vida en el servicio a los hermanos.

Mensaje final Semana Social 2012

Hemos realizado en la Ciudad de Mar del Plata la Semana Social con el Lema: “Trabajo, dignidad y justicia Social”.
Es nuestro deseo compartir “los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren “. (GS 1)
La tarea de nuestra Pastoral Social es también acompañar la vida de nuestro pueblo, que busca su dignidad en el trabajo y en su desarrollo pleno. Por eso, como comunidad cristiana, debemos esforzarnos cada vez más en estar presentes en todos los ambientes de la vida económica, sector de trabajadores, empresarios, dirigentes políticos, de manera cordial y cercana.
Nos acompañaron con sus reflexiones dirigentes sindicales, miembros de cámaras empresarias, representantes de organizaciones sociales, equipos de Pastoral Social de varias Diócesis del país y movimientos apostólicos, así como también jóvenes que representan a distintos sectores, tanto eclesiales, como de la sociedad civil y universidades.
Nos preocupa la crisis económica global y las consecuencias que se pueden derivar en pérdida de fuentes de trabajo en nuestro país y la región. Nos preocupa el afán excesivo de lucro y las nuevas formas de explotación.
Queda claro que del trabajo depende el desarrollo humano integral de cada persona y del conjunto de la sociedad. Por eso el desafío de generar trabajo es tarea prioritaria del Estado, pero también de la sociedad en su conjunto. Todos debemos ser parte en la generación de igualdad de oportunidades para todos nuestras hermanas y hermanos.
Reafirmamos los principios fundamentales de la enseñanza social de la Iglesia: la dignidad inviolable de la persona humana, el destino universal de los bienes de la creación, la participación de todos en la búsqueda de bien común, la solidaridad.
Queremos reafirmar también el compromiso de promover el desarrollo integral y erradicar la pobreza en este camino del Bicentenario del 2010 al 2016. Deseamos ser parte de este camino y contribuir a generar una nación más igualitaria.
El diálogo es esencial en la vida de toda familia y de cualquier construcción comunitaria (HB, 16). Buscamos que esta Semana Social sea un verdadero espacio constructivo para realizar acuerdos y propuestas para el bien común.
El auténtico camino para la inclusión social es el trabajo dignamente remunerado. Renovamos nuestro compromiso con la cultura del trabajo. Rechazamos la negativa divulgación de conductas consumistas y materialistas sin aprecio al trabajo.

Hemos reflexionado y trabajado en 5 mesas temáticas:
1. Distribución de la riqueza
2. Trabajo no registrado
3. Desocupación
4. Trabajo y Juventud
5. Trabajo y Cuestión Ambiental

Compartimos estos días en un clima de diálogo y búsqueda del bien común. Los vínculos que nos unen son muy importantes. Hunden sus raíces en nuestra historia y nos ayudan a proyectarnos hacia el futuro. Debemos fortalecer la amistad social que nos ayude a recorrer juntos el camino del diálogo y la búsqueda de los consensos necesarios para impulsar políticas públicas en orden al bien común.

Pedimos a la Virgen María nos acompañe con su ternura de Madre.

CONFERENCIA EPISCOPAL ARGENTINA (CEA)