48 congregaciones religiosas de la Iglesia Católica en Santa Cruz se reunieron este fin de semana en el primer Congreso Misionero de la vida consagrada en preparación al Congreso Misionero Americano (CAM5) que se realizará el año 2018 en Santa Cruz.
Como lo indican los organizadores, el ambiente en que transcurrió el encuentro ha sido muy fraterno y de gran comunión inter-congregacional; además que los 140 religiosos que participaron mostraron un espíritu de mucha reflexión y autocrítica para el análisis de los desafios de su misión.
En diálogo con la hermana Susana, presidente del Consejo Boliviano de Religiosos (CBR) de Santa Cruz, comenta que ha sido una día “de mucha oración, reflexión y cuestionamientos frente a tantos desafíos –pero- queremos ver estos desafíos para hacer presente la vida y la resurrección de Jesús allí donde nuestra misión pueda ser un mensaje de esperanza, valentía y entusiasmo”.
Consultada sobre cuál es el desafío más grande que enfrentan los consagrados en Santa Cruz asegura que “es el cómo escuchar a la gente en su caminar, en sus preocupaciones, tribulaciones y también sueños…”.
Por su parte, el Padre Guillermo Siles, de los Oblatos de María Inmaculada, apunta que como religiosos misioneros tienen un doble desafío “por un lado vivir el evangelio y por otro encarnarnos en una iglesia local… en el contexto de toda una Iglesia que está en movimiento y transformación, el Papa nos ha dicho que tenemos que salir, que tenemos que ir al encuentro del otro… (…) Necesitamos partir de lo sencillo, lo humilde y lo cercano… como los discípulos acompañar en el silencio, escuchar con tranquilidad, pero sobre todo compartir la buena noticia, una voz profética es justamente dar al hermano una esperanza de cambio para su vida”.
La hermana María Pura, quien desarrolla su misión evangelizadora en el mundo de la educación universitaria, señala que este Primer Congreso de la Vida Consagrada les anima pues salen “Con el gozo del evangelio y la alegría y recordando los mensajes del Papa Francisco” en ese sentido apunta que los religiosos misioneros en Santa Cruz “están ahora impulsados para la misión rumbo al CAM5 donde queremos ser nosotros misión, evangelio y vida para los demás”.
El llamado a ser testigos y dar testimonio coherente y creíble en el mundo de hoy
Por su parte el Obispo Auxiliar de Santa Cruz, Monseñor Estanislao Dowlaszewicz, acompañó el encuentro con las palabras de motivación inicial y con la celebración de la Eucaristía de clausura donde agradeció a cada una de las congregaciones por su servicio generoso a esta Iglesia local destacando la gran diversidad de carismas que enriquecen a toda la Iglesia.
El Prelado señaló que tanto la misión de la Iglesia, como el desafío de “misión y profetismo” de la Vida consagrada se puede resumir en el llamado a “ser testigos” y a dar el testimonio coherente y creíble de la vida consagrada en el mundo de hoy. Este particular desafío lo deben realizar en un mundo donde cada vez se siente con más fuerza el odio hacia Dios y hacia la Vida consagrada. Por eso les llamo a ser valientes con las opciones (opción por los pobres) y las consecuencias de su Vida consagrada a Dios “El siglo XX es el siglo de los mártires” les dijo.
Recordamos algunas de sus palabras:
“Las congregaciones, los institutos, las asociaciones… la diversidad de carismas enriquecen a la Iglesia porque siempre nace el carisma en el momento cuando la Iglesia precisa de este carisma. Por eso en este momento en nombre de Monseñor Sergio nuestro Arzobispo y con los otros hermanos Obispos estamos agradecidos por la presencia de ustedes en la Vida de nuestra Iglesia en Santa Cruz”
“…La canonización de Jacinta y Francisco no es porque ellos han visto a la Virgen María, no porque ellos han escuchado directamente a la virgen María sino porque a su corta edad fueron testigos. La historia de ellos nos dice que murieron a la edad de 7 y 9 años… cuando estaban hablando y trasmitiendo el mensaje de la Virgen recibieron las amenazas de que les iba a echar el aceite hervido. A su corta edad testimoniaron”.
“…Y -en ese sentido- pienso que este primer Congreso Misionero de la Vida consagrada se puede resumir en ser “testigos”, ser coherente con el testimonio creíble de la vida consagrada en el mundo de hoy…
…En el mundo donde se siente el gran odio hacia Dios y hacia la Iglesia y por supuesto hacia las personas consagradas. El siglo XX es el siglo de los mártires, también aquí en nuestra Iglesia Latinoamericana.