(Caracas / Venezuela) .- El sacerdote Marcos Antonio Robayo Cárdenas, párroco de la iglesia San Martín de Porres, señaló ayer su disposición a “perdonar” a los delincuentes que lo agredieron.
“Hay que perdonarlos, como decía Juan Pablo II. Si no hay perdón no se hará justicia (…) La paz se consigue primero con caridad, con justicia, y por tanto el perdón elemento esencial del amor al prójimo”, expresó.
El padre Robayo fue atacado por dos antisociales que el martes 15, en horas de la madrugada, intentaron robar la iglesia San Martín de Porres ubicada en la UD2 de Caricuao, al oeste de Caracas.
El prelado de 80 años de edad fue salvajamente golpeado en el cráneo, la boca y el ojo izquierdo y despojado de su reloj. También recibió amenazas de muerte si “gritaba”. El ataque se registró frente al campanario de la parroquia.
El Ministerio Público comisionó a la fiscal 22º del Área Metropolitana de Caracas (AMC), Ana Acosta, para investigar el hecho.
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Los representantes del Ministerio Público coordinan acciones con el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), con la finalidad de esclarecer el suceso. El sacerdote fue objeto de exámenes forenses como parte de la investigación. Asimismo se realizó la inspección técnica del sitio del suceso para recolectar elementos de interés criminalístico, además de entrevistas a testigos de lo ocurrido.
El padre José Virtuoso, rector de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), condenó lo ocurrido y llamó al país a “reflexionar”.