Para este grupo de peregrinos llegados de Ucrania, este llamamiento del Papa por la paz en su país fue como un soplo de aire fresco.
FRANCISCO
“Hermanos y hermanas, sé que entre las intenciones que traéis a la tumba del apóstol está la de la paz en Ucrania. Tengo el mismo deseo que vosotros y me uno a vuestra oración para que llegue la paz para siempre al país”.
FR. PATRYK OLIKM
Fraile franciscano
“Las palabras de una autoridad moral como el Papa son muy importantes, para nosotros y para todos, para encontrar la paz y el modo de resolver el problema que se ha creado en Ucrania”.
Vienen desde el oeste del país, en una zona alejada de los combates. Sin embargo ven las marcas de la guerra en las caras de los miles de refugiados que acogen provenientes de Crimea.
FR. PATRYK OLIKM
Fraile franciscano
“Nosotros en nuestra parroquia recogemos los donativos, víveres, vestidos, todo aquello que es necesario llevar a las zonas afectadas por la guerra y a las personas que han escapado, porque casi un millón han huido de Crimea y de la parte oriental de Ucrania. Damos una ayuda pastoral pero sobre todo material”.
Los conflictos entre separatistas prorrusos y gobierno continúan en algunos puntos del país a pesar de que el pasado 15 de febrero se firmó un alto el fuego. La paz es frágil y la población civil, la más afectada por la guerra, teme que no dure mucho.
Los católicos en Ucrania representan un 8% de los 44 millones y medio de habitantes. Regresan a Ucrania con el apoyo y el calor del Papa Francisco.