Análisis

MOTIVOS PARA DESCONFIAR

Ayer recibí una llamada telefónica de mi tía Clothilde von Karajan Quiroga, cochabambina que se fue a vivir a Alemania hace muchos años donde se matrimonió con un alemán recto y correcto, motivo por el cual ella cree en la rectitud y corrección de todos los hombres.

—Quisiera hablag con mi sobrino Paulino Huanca…

—Hablas con él, querida tía Clothilde.

—Sin embargo, tu voz me parece difegente y siento en tu hablag un tono desconfiado.

—Puede ser, querida pariente, es que ayer supe de un acuerdo entre dos bandos bolivianos y eso me puso alerta y desconfiado porque cuando dos paisanos nuestros dicen “estamos de acuerdo”, siempre hay uno que piensa para sí “me lo he fumado al otro…”

—¿O sea que no crees en el convenio entre los marchistas y el Gobiegno…?

—Es que no debes olvidar ese refrán que tantas veces repetimos en Cochabamba y que dice “en la boca del mentiroso, lo cierto se hace dudoso” y he escuchado tantas mentiras que ya no creo en nada ni en “nadies”.

—¡No se dice “nadies” sino nadie!

—Perdón, tía Clothilde, pero algún historiador me ha enseñado que la mayor parte de los políticos bolivianos son dobles y por eso cuando negocias con uno de ellos, siempre deberías sentarlo en dos sillas.

—Yo sabía, sobrino, que desde muy chiquito en Cochabamba eras muy “mal pensado”, o sea que siempre pensabas en lo peor.
—Es que una vez la escuché decir a nuestra tía Encarna un refrán que me pareció muy sabio: “piensa mal y acertarás…”

—Es que así no se puede vivir, ni hacer política, ni hacer negocios, ni entablar amistad, ni amagues.

—Entonces, sobrino Paulino, ¿no crees que el Gobierno del señor Evo cumplirá lo pactado con los marchistas “benianos”?

—Cumplirá y no cumplirá. El camino no pasará por el centro del Parque Isiboro Sécure, sino por un ladito, pero el camino se hará, como siempre aseguraron el presidente Evo y los cocaleros (que ya habían estado allí y hasta tenían fábricas y laboratorios de cocaína en esos parajes) quienes continuarán trabajando en lo suyo, mientras nuestras autoridades seguirán negando la existencia de cárteles colombianos en Bolivia.

—¡Qué mal piensas sobrino!

—Es que yo los conozco más que tú, tía Clothilde, y ese camino entre Cochabamba y Beni, será construido por la compañía constructora OAS, brasileña y amiga del expresidente Lula, al módico precio de más de 400 millones de dólares, mientras técnicos e ingenieros bolivianos calculan un sobreprecio de 200 millones de dólares.

—¡Eres un desconfiado, sobrino Paulino Huanca!