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MONS. SUCUNZA INAUGURÓ EL AÑO DE LA FE EN BUENOS AIRES

(BUENOS AIRES) Monseñor Joaquín Sucunza, obispo auxiliar y vicario general de la arquidiócesis de Buenos Aires, presidió la santa misa de apertura del Año de la Fe en nombre y representación del cardenal Jorge Mario Bergoglio SJ, arzobispo de la jurisdicción eclesiástica y primado de la Argentina. Lo acompañaron miembros del clero regular y secular, quienes junto a la feligresía se dieron cita el pasado viernes 12 en la catedral metropolitana.

En el inicio de la misa, monseñor Sucunza rindió homenaje al Concilio Vaticano II. El obispo hizo sonar una campana con la que se llamaba a los padres conciliares para que asistieran a las reuniones. La campana fue regalada por el papa Pablo VI al cardenal Antonio Caggiano, entonces arzobispo de Buenos Aires, quien fue uno de los siete presidentes de las sesiones conciliares.

Durante la homilía, monseñor Sucunza parafraseó al Papa en su carta apostólica Porta Fidei, donde invitó a los fieles a atravesar la puerta del Año de la Fe “para que sea un año de conversión y profundización en la participación del ministerio de Dios”, “Nos lanzamos a la nueva evangelización, una tarea que la Iglesia debe hacer siempre y desde la gracia para poder anunciar a Cristo”, expresó el vicario general porteño.

Hacia el fin de la celebración eucarística, el prelado impartió la bendición papal en nombre del arzobispo, según las facultades otorgadas por la Penitenciaría Apostólica, para que todos pudieran alcanzar el don de la indulgencia plenaria.

La santa misa contó con la animación del coro litúrgico “Trinitatis” de la Capilla Musical de la Catedral Metropolitana. Tras la celebración eucarística hubo un concierto de órgano a cargo del maestro Sergio Militello, organista de la catedral italiana de Florencia

Para quienes deseen revivir la celebración, el Canal 21, la TV Pública y Radio Nacional (AM 870) la retransmitirán el próximo domingo a las 8. Estas transmisiones sirven para que enfermos, los que están en cárceles e impedidos de cualquier forma asistir a las celebraciones, puedan alcanzar el don de la indulgencia plenaria. +