Con la Catedral colmada de fieles que llagaron desde las diferentes parroquias de la ciudad para participar de la misa crismal del martes santo, más de 200 sacerdotes renovaron sus promesas al servicio de Dios, la Iglesia y el pueblo de Dios. El Cardenal Julio Terrazas dirigió su homilía de manera especial a todos los presbíteros a quienes exhortó a ser anunciadores de la Palabra y profetas de Dios en medio del pueblo. Durante la misa crismal también se bendijeron los santos óleos.
Del Cardenal a los sacerdotes:
“Allí donde el pobre grita por la justicia estamos nosotros –los sacerdotes- para tomar su voz, allí donde no se respetan los derechos humanos estamos nosotros para recordarles a todos que cualquier cosa que se quiera conseguir tiene que ser dentro de las perspectiva del respeto a la dignidad humana” indicó a los sacerdotes que escucharon atentos su homilía.
Mas adelante les recordó que el mismo espíritu que ungió a Jesucristo se posa sobre ellos y los consagra para estar dispuestos a dar su vida por el bien de los demás “No somos ungidos para quedarnos sentados, no somos ungidos para que todo el mundo se acerque y nos mire, somos enviados y mandados a anunciar buenas noticias en medio de tantas atrocidades que se anuncian, en medio de tanto lenguaje de odio y rencor, a nosotros nos toca, día y noche, anunciar que Dios es amor y que este Dios quiere que nos amemos los unos a los otros” indicó.
El prelado aseguró que “El presbiterio como tal, no puede ser un grupo de sacerdotes que optan por silenciar la voz del maestro, tiene que ser un grupo que opta por hacerse eco de la Palabra del Señor en momentos en que al mundo no le gusta que se hable de este Dios, en momentos en que quisieran arrinconarlo para que no les moleste”.
!No dejen de rezar un solo día por los sacerdotes!
Antes de finalizar su homilía, el Cardenal Julio agradeció por el cariño y oración de todos los fieles “Les agradezco por su presencia, por su oración y les exhorto a que no dejen derezar un solo día por todos nuestros sacerdotes, sobre todo porque esa corriente pascual llegue a nuestra iglesia con los rostros juveniles de tantos hermanos sacerdotes que quieren de veras entregar su vida para que el pueblo de Santa Cruz tenga vida y vida en abundancia”.
Emotivo.
Uno de los momentos más significativos y emotivos de la celebración, fue cuando los sacerdotes se acercaron uno por uno para saludar al Cardenal y renovar de esta manera su fidelidad a él como Obispo de esta Iglesia local. En los rostros de los sacerdotes se expresaban todo tipo de emociones, no fue solo un momento de solemnidad en que un sacerdote renueva su fidelidad al Obispo, fue el momento fraterno y espontáneo entre un pastor y su rebaño; entre dos hombres que sabiéndose “de Dios” perseveran por el mismo camino, uno con más años y otros con más ilusiones, pero el mismo camino al fin.
Santos óleos
La Misa Crismal estuvo amenizada por el Coro Santa Cecilia que interpretó las canciones de con mucha solemnidad y permitió el clima de recogimiento entre los presentes. Durante la ceremonia se bendijeron los santos óleos que serán utilizados todo el año para los sacramentos y para las ordenaciones sacerdotales.
“Una noche santa” dijo el Cardenal, sin duda así fue. También fue una noche de fiesta, una fiesta de la unidad de la Iglesia.
