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Mensaje del Obispado de Oruro

“Que todos sean uno como Tú Padre, estas en Mi y Yo en Ti.  Sean también uno en nosotros: así el mundo creerá que Tú me has enviado” (Jn 17, 21)

Hermanas y hermanos en el Señor:

Nos hemos reunido en el Obispado, este día 1 de mayo, la Comunidad de los Siervos de María, el Obispo, el Consejo Consultivo y algunos sacerdotes de la Diócesis, en un clima de honda fraternidad, para conversar sobre lo que en este último tiempo ha estado sucediendo en nuestra Iglesia orureña. Al respecto queremos señalar lo siguiente:

  1. Pedimos perdón a Dios y a nuestro pueblo por el daño y el dolor que se ha producido en muchos de nuestros hermanos y hermanas a causa de malos entendidos en lo que se refiere a las normas y procedimientos de la Iglesia. Nos anima el deseo de la comunión al interior de nuestra Iglesia.
  2. Los cambios o traslados de los religiosos y sacerdotes son una práctica habitual en la Iglesia Universal, a fin de que la centralidad del mensaje del Evangelio esté en Jesucristo, el único Buen Pastor que nos da vida plena (Jn 10, 11)
  3. Lamentamos que algunas personas, creyendo hacer el bien, actúen en formas que no corresponden a la práctica de la Iglesia Católica.
  4. Ante el traslado de P. Bernardino a otra comunidad de su Provincia Religiosa, como miembros de la Iglesia de Oruro queremos expresar nuestra mayor gratitud y respeto e invitamos a los fieles católicos a acoger esta decisión en espíritu de solidaridad con la Iglesia presente en tantos otros lugares de América Latina, tal como lo hace P. Bernardino. La estadía en Oruro de P. Bernardino está en manos de sus Superiores.
  5. Al mismo tiempo, llamamos a las personas que se han movilizado de distintas formas a unirse a nuestra gratitud y respeto por P. Bernardino, implorándoles que dejen de lado todas las manifestaciones pública que dañan a la comunión de la Iglesia Local.
  6. Confiamos en que este momento de dolor nos ayude a caminar con mayor espíritu de diálogo y servicio entre todos nosotros y podamos crear un mejor ambiente de convivencia fraterna desde el Evangelio.
  7. Al pueblo de Dios, con la firme confianza puesta en El, queremos repetir las palabras de San Pablo a los cristianos de Corinto: “Yo plantee (sic), Apolo regó, pero Dios hizo crecer. Y no cuentan ni el que planta, ni el que riega, sino Dios que hace crecer” (1Cor 4.6-7)

Le pedimos a nuestra madre, la Virgen María del Socavón, que interceda por nosotros ante el Padre Dios para que permanezcamos en su amor y caminemos siempre a la luz del Evangelio para construir cada día una Iglesia más fraterna y solidaria.

Mons. Cristóbal Bialasik, Obispo de la Diócesis

Pbro. César Cruz

Pbro. Marcelo Molina

P. Bernardino Zanella OSM

P. Aldo Quelin OSM

Pbro. Tomas Valencia

Pbro. Ludgardo Ortiz

P. Jairo Salazar OSM

Hno Juan Bautista Pesci OSM

P. Osvaldo Chirveches SJ

P. Omar Leiva OSM

Pbro. Jaime Encinas