Internacional

LOS OBISPOS PIDEN EN LUJÁN POR LA PATRIA Y LOS GOBERNANTES

(BUENOS AIRES)  “Como creyentes y pastores hemos venido a Luján a iniciar el Año de la Fe y nuestra 104° Asamblea Plenaria. Le pedimos a María Santísima, Nuestra Madre, por nuestra Patria, por sus gobernantes y por todo el pueblo, para que Ella nos ayude a encontrarnos a través de la “sabiduría del diálogo”, que no es un lujo sino una necesidad que nos reclama el bien común de nuestra Patria, para juntos recrear la voluntad de ser Nación. Esto sigue siendo una deuda que nos debemos como argentinos”, indicó el arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo, al presidir este domingo una misa en la basílica de Nuestra Señora de Luján que significó la apertura de la 104ª Asamblea Plenaria, que desde este lunes sesionará en la casa de ejercicios El Cenáculo-La Montonera, de Pilar, y que se enmarcó en las actividades de la Iglesia por el Año de la Fe convocado por el papa Benedicto XVI.

El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo, presidió  una misa en la basílica de Nuestra Señora de Luján que significó la apertura de la 104ª Asamblea Plenaria, que desde este lunes sesionará en la casa de ejercicios El Cenáculo-La Montonera, de Pilar, y que se enmarcó en las actividades de la Iglesia por el Año de la Fe convocado por el papa Benedicto XVI.

Tras explicar que “hemos venido a rezar a un lugar que la fe del pueblo argentino ha privilegiado”, precisó que el centenar de obispos quiso estar en el santuario de la patrona de los argentinos para rezar por quienes han sufrido dificultades y pérdidas por la crecida de las aguas e inundación.

El prelado santafesino sostuvo que “la profesión de la fe y su trasmisión definen la vida de la Iglesia. Ella existe para evangelizar. Por ello, el Año de la Fe: ‘es una oportunidad para acentuar la dimensión misionera de la Iglesia en Argentina”.

“El verdadero acto de fe no nos aísla, por el contrario, nos orienta a un verdadero compromiso social, incluso político, con lo que significa de proponer públicamente la verdad del hombre a la luz del evangelio. La fe en Dios, el Padre de Jesucristo, nos debe comprometer, de un modo especial, con la vida y el bien de nuestra Patria. Jesús amó a Jerusalén, amó a su Patria. Es más, lloró por ella. Hay todo un campo de reflexión en la Doctrina Social de la Iglesia que, como resonancia temporal del evangelio, nos ayuda y nos urge este sentido”, subrayó.

Y exclamó: “¡Cuánta necesidad tiene el don de la fe de encontrar un suelo preparado! Aquí se abre todo un horizonte donde la preparación a la fe se nutre de una cultura abierta a la verdad, al bien y a la belleza. La fe y la cultura se necesitan, su amistad nos hace bien. Su ruptura es el mayor drama para el hombre y la sociedad. Este desafío se convierte, desde la fe, en un impostergable impulso creativo y de servicio”.

“Venimos desde diversas regiones con sus distintas realidades, traemos las esperanzas, pero también, las angustias y necesidades de nuestra gente. Nuestra fidelidad a Dios, el Padre de Nuestro Señor Jesucristo, nos exige presencia, cercanía y compromiso con esta realidad. Nuestra mirada será una mirada de fe que nos debe iluminar, desde el evangelio, en la búsqueda de caminos al servicio del crecimiento integral del hombre”, indicó.

El arzobispo advirtió que “cobran particular relieve algunos temas que hace a una cultura del respeto de la vida desde la concepción, como a su cuidado en momentos de mayor fragilidad. Junto a ello, y como un espacio necesario para su desarrollo, el valor de la familia, la dignidad de la mujer y los derechos del niño. Hay, además, una dimensión de la cultura que encuentra en el trabajo digno y en la equidad social, una expresión de justicia y de solidaridad que eleva el nivel de la sociedad”.

“Como creyentes y pastores hemos venido a Luján a iniciar el Año de la Fe y nuestra 104° Asamblea Plenaria. Le pedimos a María Santísima, Nuestra Madre, por nuestra Patria, por sus gobernantes y por todo el pueblo, para que Ella nos ayude a encontrarnos a través de la “sabiduría del diálogo”, que no es un lujo sino una necesidad que nos reclama el bien común de nuestra Patria, para juntos recrear la voluntad de ser Nación. Esto sigue siendo una deuda que nos debemos como argentinos”, concluyó.

Temario
Las sesiones del plenario episcopal comenzarán formalmente el lunes 5 de noviembre en la casa de retiros El Cenáculo-La Montonera, de Pilar.

Tras el intercambio pastoral sobre la actualidad social y religiosa del país, la Comisión Episcopal de Fe y Cultura presentará consideraciones sobre el Año de la Fe.

En este marco deliberativo, los obispos recibirán la visita del secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), monseñor Santiago Silva Retamales.

También escucharán un informe de la Comisión Nacional de Drogadependencia, que depende de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, y consideraciones acerca de la reforma del Código Civil de los integrantes del Equipo Episcopal para la Vida.

El temario también prevé analizar temas de Pastoral Familiar propuestas por la Comisión Episcopal de Laicos y Apostolado Familiar, votar el presupuesto de la CEA para 2013, y abordar los siguientes temas: Comisión Episcopal de Ministerios, Congreso Nacional de Misiones 2013, Beatificación de la Hermana Crescencia Pérez, el Catecismo de la CEA e informe y proyectos vinculados a la Acción Católica Argentina.

La Asamblea Plenaria finalizará el viernes 9 de noviembre.+