Análisis

LLAMEMOS A LA SEÑORA MERCKEL

LLAMEMOS A LA SEÑORA MERCKEL
Paulovich
Llegamos a la zona fronteriza entre Oruro y Potosí sólo para proteger la imagen milagrosa del Señor de Quillacas que podría sufrir agravios si se desatara la guerra entre Oruro y Potosí y sigo bajo las órdenes militares y devocionales que me imparte mi comadre Macacha en medio de la indiferencia gubernamental ante un problema que podría tornarse grave.

 

Hasta estas tierras olvidadas llegó un llamado telefónico a mi móvil y que reconocí inmediatamente pues la voz de mi tía Clothilde von Karajan Quiroga y sobre todo su acento son inconfundibles.

 

— Sobgino von Paulus hablas con tu tía de Beglín ¿dónde te encuentgas que es tan difícil hallagte?

 

— Estoy en la zona fronteriza entre Oruro y Potosí, donde soplan vientos de guerra.

 

— ¿Acaso Ogugo y Potosí no son depagtamentos hegmanos de una sola nación?

 

— Es que ya no somos una nación, ahora somos un Estado Plurinacional, Multicolor y Folklórico formado por 38 naciones, alguna de las cuales solo tienen 20 habitantes.

 

— Eso me parece un dispagate.

 

— No digas eso, tía Clothilde, porque además tenemos 38 idiomas oficiales, según dice la Constitución.

 

— ¿Y pogqué hay esta amenaza de guerra entre Ogugo y Potosí?

 

— Por cuestión de límite, y debe saber, tía Clothilde que tenemos problemas de límites no sólo en todos los departamentos, sino también entre provincias y también entre municipios como en los casos de Achocalla y Palca que están en conflictos con la Alcaldía Municipal de La Paz…

 

— Eso me paguece otro dispagate. ¿Y qué dice el Gobiegno de este conflicto entre Ogugo y Potosí y otros parecidos?

 

— El Gobierno está acostumbrado a que los problemas duren mucho tiempo como —por ejemplo— el problema del Tipnis que duró muchos meses y todavía no se ha solucionado del todo.

 

— ¡Qué bagbagidad, sobrino von Paulus! Felizmente en Alemania tenemos una gobegnante que soluciona no solo los problemas de Alemania sino de la Unión Europea, es la Primera Ministra Ángela Merckel.

 

— ¿No podría Alemania prestárnosla por unas 48 horas para solucionar todos nuestros problemas, desde los políticos hasta los económicos, pasando por deportivos…?

 

— No, queguido sobrino von Paulus, cada país tiene el Gobiegno que se merece y los bolivianos hemos elegido al señog Evo Morales.

 

— Es una pena que no pueda Alemania prestarnos a la Sra. Merckel aunque es posible que la gran estadista alemana fracasaría en su intento al tratar de solucionar nuestros problemas porque nos opondríamos a ella en nombre de la soberanía nacional y nuestra dignidad de bolivianos. Estamos jodidos, tía Clothilde, no nos salvaría ni la señora Merckel. Mejor nos despediremos.

 

Aufidesen y olvídensen.

LLAMEMOS A LA SEÑORA MERCKEL
Paulovich
Llegamos a la zona fronteriza entre Oruro y Potosí sólo para proteger la imagen milagrosa del Señor de Quillacas que podría sufrir agravios si se desatara la guerra entre Oruro y Potosí y sigo bajo las órdenes militares y devocionales que me imparte mi comadre Macacha en medio de la indiferencia gubernamental ante un problema que podría tornarse grave.

 

Hasta estas tierras olvidadas llegó un llamado telefónico a mi móvil y que reconocí inmediatamente pues la voz de mi tía Clothilde von Karajan Quiroga y sobre todo su acento son inconfundibles.

 

— Sobgino von Paulus hablas con tu tía de Beglín ¿dónde te encuentgas que es tan difícil hallagte?

 

— Estoy en la zona fronteriza entre Oruro y Potosí, donde soplan vientos de guerra.

 

— ¿Acaso Ogugo y Potosí no son depagtamentos hegmanos de una sola nación?

 

— Es que ya no somos una nación, ahora somos un Estado Plurinacional, Multicolor y Folklórico formado por 38 naciones, alguna de las cuales solo tienen 20 habitantes.

 

— Eso me parece un dispagate.

 

— No digas eso, tía Clothilde, porque además tenemos 38 idiomas oficiales, según dice la Constitución.

 

— ¿Y pogqué hay esta amenaza de guerra entre Ogugo y Potosí?

 

— Por cuestión de límite, y debe saber, tía Clothilde que tenemos problemas de límites no sólo en todos los departamentos, sino también entre provincias y también entre municipios como en los casos de Achocalla y Palca que están en conflictos con la Alcaldía Municipal de La Paz…

 

— Eso me paguece otro dispagate. ¿Y qué dice el Gobiegno de este conflicto entre Ogugo y Potosí y otros parecidos?

 

— El Gobierno está acostumbrado a que los problemas duren mucho tiempo como —por ejemplo— el problema del Tipnis que duró muchos meses y todavía no se ha solucionado del todo.

 

— ¡Qué bagbagidad, sobrino von Paulus! Felizmente en Alemania tenemos una gobegnante que soluciona no solo los problemas de Alemania sino de la Unión Europea, es la Primera Ministra Ángela Merckel.

 

— ¿No podría Alemania prestárnosla por unas 48 horas para solucionar todos nuestros problemas, desde los políticos hasta los económicos, pasando por deportivos…?

 

— No, queguido sobrino von Paulus, cada país tiene el Gobiegno que se merece y los bolivianos hemos elegido al señog Evo Morales.

 

— Es una pena que no pueda Alemania prestarnos a la Sra. Merckel aunque es posible que la gran estadista alemana fracasaría en su intento al tratar de solucionar nuestros problemas porque nos opondríamos a ella en nombre de la soberanía nacional y nuestra dignidad de bolivianos. Estamos jodidos, tía Clothilde, no nos salvaría ni la señora Merckel. Mejor nos despediremos.

 

Aufidesen y olvídensen.

 

Llegamos a la zona fronteriza entre Oruro y Potosí sólo para proteger la imagen milagrosa del Señor de Quillacas que podría sufrir agravios si se desatara la guerra entre Oruro y Potosí y sigo bajo las órdenes militares y devocionales que me imparte mi comadre Macacha en medio de la indiferencia gubernamental ante un problema que podría tornarse grave.

Hasta estas tierras olvidadas llegó un llamado telefónico a mi móvil y que reconocí inmediatamente pues la voz de mi tía Clothilde von Karajan Quiroga y sobre todo su acento son inconfundibles.

— Sobgino von Paulus hablas con tu tía de Beglín ¿dónde te encuentgas que es tan difícil hallagte?

— Estoy en la zona fronteriza entre Oruro y Potosí, donde soplan vientos de guerra.

— ¿Acaso Ogugo y Potosí no son depagtamentos hegmanos de una sola nación?

— Es que ya no somos una nación, ahora somos un Estado Plurinacional, Multicolor y Folklórico formado por 38 naciones, alguna de las cuales solo tienen 20 habitantes.

— Eso me parece un dispagate.

— No digas eso, tía Clothilde, porque además tenemos 38 idiomas oficiales, según dice la Constitución.

— ¿Y pogqué hay esta amenaza de guerra entre Ogugo y Potosí?

— Por cuestión de límite, y debe saber, tía Clothilde que tenemos problemas de límites no sólo en todos los departamentos, sino también entre provincias y también entre municipios como en los casos de Achocalla y Palca que están en conflictos con la Alcaldía Municipal de La Paz…

— Eso me paguece otro dispagate. ¿Y qué dice el Gobiegno de este conflicto entre Ogugo y Potosí y otros parecidos?

— El Gobierno está acostumbrado a que los problemas duren mucho tiempo como —por ejemplo— el problema del Tipnis que duró muchos meses y todavía no se ha solucionado del todo.

— ¡Qué bagbagidad, sobrino von Paulus! Felizmente en Alemania tenemos una gobegnante que soluciona no solo los problemas de Alemania sino de la Unión Europea, es la Primera Ministra Ángela Merckel.

— ¿No podría Alemania prestárnosla por unas 48 horas para solucionar todos nuestros problemas, desde los políticos hasta los económicos, pasando por deportivos…?

— No, queguido sobrino von Paulus, cada país tiene el Gobiegno que se merece y los bolivianos hemos elegido al señog Evo Morales.

— Es una pena que no pueda Alemania prestarnos a la Sra. Merckel aunque es posible que la gran estadista alemana fracasaría en su intento al tratar de solucionar nuestros problemas porque nos opondríamos a ella en nombre de la soberanía nacional y nuestra dignidad de bolivianos. Estamos jodidos, tía Clothilde, no nos salvaría ni la señora Merckel. Mejor nos despediremos.

 

Aufidesen y olvídensen.