Sucre

La Catedral de Sucre empezará a ser restaurada este año

CON FINANCIAMIENTO DE LA ALCALDÍA Y LA AUSENCIA DE LA GOBERNACIÓN

INVERSIÓN: 5 millones de bolivianos son contemplados para llevar adelante el proyecto que podría ejecutarse en cuatro gestiones.

En el segundo semestre de este año continuarán las obras de restauración y conservación de la Catedral Metropolitana, de acuerdo con lo contemplado en un proyecto desarrollado por el Plan de Rehabilitación de áreas Históricas (PRAHS) de Sucre, que tiene comprometidos 600 mil bolivianos por parte de la Alcaldía para este año y tiene por objetivo trabajar en todas las áreas del edificio patrimonial, incluyendo su interior.

“Estamos a punto de concluir una actualización de un proyecto anterior que contempla un plan de obras integral para la restauración y conservación de la Catedral y que comprende varias fases, pero sabemos que la Alcaldía tiene unos recursos presupuestados para este trabajo en este año”, sostuvo Erland Ovando, coordinador del PRAHS.

De acuerdo con el convenio intergubernativo 699/2014, suscrito en 2014 entre la Alcaldía y la Gobernación de Chuquisaca para la ejecución del proyecto Restauración y Conservación de la Catedral Metropolitana de Sucre, ambas entidades comprometen un total de Bs 2.600.000, no obstante, sólo el municipio tiene presupuestada su parte que corresponde al 20% de los recursos citados, mientras que el aporte de la Gobernación quedará pendiente para la siguiente gestión.

“En total el proyecto tiene un presupuesto de 5 millones de bolivianos incluyendo todas sus fases, y aunque el convenio intergubernativo que está en vigencia compromete la mitad, tenemos la perspectiva que con el crédito del BID que se empezará a ejecutar el siguiente año, se asignarán los recursos necesarios a esta obra”, aclaró Ovando.

Si bien el PRAHS diseñó el proyecto y gestiona los recursos, la Escuela Taller se encarga de ejecutar las obras, por ello aún no se precisó con qué áreas se iniciará la intervención al templo eclesiástico. Según el coordinador del PRAHS y el director de la Escuela Taller, Domingo Izquierdo, aún deben evaluar la pertinencia del área a intervenir.

“La restauración tiene sus tiempos y sus formas de trabajo, yo calculo que en total se van a requerir al menos unos cuatro años para realizar los trabajos necesarios, que yo dividiría en el área del atrio incluyendo su barda de piedra, luego están las fachadas laterales incluyendo las que dan al interior del manzano, que aunque no se ven están en un estado lamentable; otras serían la torre, la cubierta y por último, el interior”, explicó Izquierdo.

El especialista precisó que se trata de grandes superficies y una diversidad de trabajos que se deben realizar en cada área, por ejemplo sólo la cubierta tiene una superficie de 3.500 metros cuadrados y por ejemplo en esta parte del edificio se debe realizar un trabajo cuidadoso para aminorar los daños ocasionados por un trabajo de restauración “desafortunado” e irreversible que se realizó en la década del 90.

“Lamentablemente en la década de los 90 se retiró la cubierta al ver que habían filtraciones, seguramente. Es decir, se retiró el material original que era cerámica vitrificada de muy buena factura del siglo XVI o XVII, luego la capa de argamasa de cal y arena, y se llegó directamente a la fábrica de ladrillo, lamentablemente no se repuso el material original, sino que se utilizó hormigón y cemento, una tecnología que en la teoría de la restauración por diversas experiencias, ya se había desechado en la década del 60”, recalcó Izquierdo, acotando que además se instaló este material extraño a la estructura colonial, sin las apropiadas juntas de dilatación y una armadura interna que absorbiera las dilataciones características del hormigón, lo que genera mucho daño a la estructura.

Precisamente esta restauración inadecuada provocó una serie de problemas de humedad que dieron lugar, a finales de 2014, a que se firmara el convenio intergubernativo en pos de la restauración de la Catedral y se iniciará la intervención de emergencia a cargo de la Escuela Taller, bajo un presupuesto de 100 mil bolivianos.”Se detectaron unas filtraciones y una acumulación de humedad visible a simple vista en las fachadas laterales que daban a la plaza 25 de Mayo, por ello abrimos las paredes, detectamos la causa del problema y tuvimos que dejar los muros expuestos durante varios meses para que se ventilen, aunque eso levantó reclamos era necesario, y luego aplicamos un revoque con cal, nada de cemento, pero además una cal que fue debidamente apagada y estuvo madurando por cerca de un año, como se hacía en la Colonia”, detalló.

De acuerdo con el monitoreo realizado por los especialistas en la temporada de lluvias que pasó, no se detectaron nuevas filtraciones o penetración de humedad alguna, por lo que la intervención tuvo buenos resultados.