Todos los años la Juventtud Mariana Vicenciana de Trinidad realiza una caminada en peregrinación hacia el Pierto Ballivián, junto a la Virgen María para agradecer al Señor. En esta oportunidad los jóvenes estuvieron acompañados por el Obispo Mons. Elias que celebro la solemne Eucaristía.
Mons. Elias en su reflexión destaca lo siguiente: “Este año ha sido la comunidad de Puerto Ballivián la que los ha recibido y la que ha gozado de la celebración eucarística de la Ascensión del Señor, dirigida y animada por ellos”
En dicha celebración, Jesús, a quien su Madre y nuestra Madre nos ha dicho que debemos escuchar, nos ha dicho: “Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que Yo les he mandado. Y Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo” (Mateo 28, 18-20).
El haber sido testigos hoy de que Jesús ha subido al cielo y está sentado a la derecha del Padre, que le ha dado todo poder sobre el cielo y la tierra, nos invita a regresar al Cenáculo, donde El celebró su última Cena Pascual y primera Eucaristía de la historia, para, en compañía de su Madre y Madre nuestra, la santísima Virgen María, nos preparemos para la Pascua de Pentecostés y recibamos el Espíritu Santo, quien hará de nosotros auténticos discípulos misioneros de Jesucristo para que nuestras familias y nuestros pueblos en El tengan vida y vida en abundancia.
Mañana, 29 de mayo, iniciamos la Semana de Oración por la unidad de los cristianos. Y el texto sagrado de la 2ª carta de San Pablo a los Corintios 5, 14-20 es el inspirador para que a lo largo de la semana tomemos conciencia de la llamada a la RECONCILIACION. El lema de esta semana de oración por la unidad de los cristianos es: “Reconciliación: El amor de Cristo nos apremia”. La consideración de mañana, primer día, es: “Uno murió por todos” (2 Corintios 5, 14)