LA INAUGURACIÓN DE LA JMJ
La JMJ, rebasó toda expectativa. Más de un millón de jóvenes participaron el acto inaugural de las JMJ en la Plaza Cibeles de Madrid.
A las 9:00 de la mañana se dio inicio a la peregrinación del día 16. Luego de un buen desayuno toda la delegación partió a la parroquia que nos alojaría. Nuestros hermanos ya nos estaban esperando, todos ellos de la parroquia Ntra. Sra. Del Pilar de Campamento.
La acogida fue bellísima, con mucho entusiasmo y algarabía de parte de todos, los que acogían y como de parte nuestra. Éramos uno, en esta experiencia de ir al encuentro del hermano en estas jornadas.
Nos llevaron al lugar de acogida, el Colegio de los Hnos. Pinzo. Todos, juntos para descansar, comer y reír. Luego de unos arreglos y comunicación de los Voluntarios de la JMJ se nos invitó salir hacia la plaza Cibeles para poder participar de la gran inauguración. Se tenía previsto el almuerzo para todos así que nos dirigimos a los distintos restaurantes preparados para ello.
Ya en Cibeles, todos fue experiencia. Cristo presente en cada encuentro, en cada saludo, en cada sonrisa, también en el intenso sol que calentaba la mañana y tarde de este bello día. Miles y miles de jóvenes, sacerdotes, religiosos y religiosas presentes y buscando un lugar en pleno paseo del Prado, cerca al museo que lleva el mismo nombre.
No pudimos acercarnos tanto al lugar de la gran inauguración, nos encontrábamos a unos 300 metros de distancia. Pero está bien, todo muy bien. Cantos, oraciones, rezos y abrazos, fue la misa de este acto inaugural.
Finalmente, muchedumbres que colmaban las calles de Madrid; plazas, parques, aceras, veredas, etc. Poco se puede escribir sobre ello, con nuestro lenguaje. El metro completamente lleno, colmado y abarrotado de peregrinos. Cantos, arengas, saludos y mucha acogida. Dios estaba presente en todo esto. Era su amor el que se derramaba en cada encuentro que se tenía con estas delegaciones de peregrinos.
Por: Lic. Cesar Piscoya