Queridos hermanos y hermanas, antes de darles la bienvenida, quiero comenzar con un recurso de apelación. En este momento, nuestro pensamiento se dirige a la gente más afectada por el terremoto de Turquía, que causó numerosas pérdidas de vidas, muchos desaparecidos y daños extensos. Los invito a unirse conmigo en oración por aquellos que han perdido la vida y estar espiritualmente cerca de tantas personas que se esfuerzan tanto. El Todopoderoso le de fortaleza a todos los que participan en las labores de rescate.