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Dios bendice a la humanidad a través de los nacimientos de Jesús y de Juan el Bautista: Mons. Eugenio Coter

Homilía de Mons. Eugenio Coter

Obispo del Vicariato Apostólico de Pando

Presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación 

4to. Domingo de Cuaresma

Domingo 19 de diciembre de 2021

¿Cómo es posible que Isabel se de cuenta de que María está embarazada?

Voy a iluminar la reflexión a partir del Evangelio. María va a visitar a Isabel, María es una chica de 15 años, recién está embarazada de Jesús, Isabel lo reconocerá ¿Cómo lo reconoce? Atención, estamos frente a un Evangelio, no un relato de crónica. ¿Qué quiere decir? que el evangelio a través de la manera de contar las cosas quiere decir algo, quiere enseñar algo. ¿Cómo es posible que Isabel se dé cuenta de que María está embarazada? ¿de cuanto? ¿1 semana? porque recién había pasado la anunciación.

Cuando uno está en paz con Dios en su vida, los demás se dan cuenta

Cuando uno lleva a Dios en el corazón los demás se dan cuenta, cuando uno está en paz con Dios en su vida, los demás se dan cuenta. No hay forma de esconderlo, se siente que la persona que está es una persona que tiene la paz en el corazón. Donde hay Dios hay paz, dónde hay Dios hay amor. Cuando uno tiene a Dios en el corazón, en su vida se siente que hay paz, no le faltan problemas pero los vive con serenidad y con paz, no le faltan preocupaciones, las tiene. 

El embarazo de María se da en un contexto de problemas pero con Dios en su corazón los vive en paz

María se mete en un camino y justo en este momento que empieza su embarazo se mete en un camino de 3 o 4 días con toda la incomodidad de entonces y con toda la fatiga en una situación que se complica, tendrá después problemas con el nacimiento de Jesús, que tiene que volver a caminar hacia Belén, que está casi en el mismo lugar donde había estado con su prima Isabel, su pariente en realidad no su prima. Después tendrá que escapar a Egipto, después tendrá que acompañar a Jesús al templo de Jerusalén y lo perderán… Cuántos problemas hay en la vida de una persona, cuántos problemas hubo también en la vida de María hasta acompañar a Jesús en la muerte ¡cuántos problemas! Pero cuando una persona tiene a Dios en el corazón, vive estas cosas con serenidad, las vive con una paz y cuando encontramos a alguien que ha dado cabida a Dios en su vida sentimos Paz.

María e Isabel son dos mujeres que en sus embarazos gozan de la llegada del Señor  

La otra realidad que encontramos es este encuentro con su parienta Isabel. Es un encuentro entre -alguien define estudiando el evangelio de hoy- 2 profetisas, dos mujeres que ya gozan de la llegada del Señor. Una esperando a Juan el Bautista y la otra esperando a Jesús, el Dios que se hace hombre. 

“Dios bendice a la humanidad a través de los nacimientos de Jesús y de Juan el Bautista”

Estas dos mujeres proclaman cómo Dios bendice la humanidad a través de estos nacimientos y se abren a un diálogo que es lleno de referencias bíblicas, encima para nosotros cristianos, estas palabras de Isabel son las que repetimos en el “Dios te salve María” tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre… que cuando nosotros rezamos el Dios te Salve María, repetimos este pedacito de la Palabra de Dios.

Isabel vive la experiencia profunda de reconocer en Maria la presencia de Dios

Es la experiencia de Isabel que reconoce en María esta presencia de Dios y es la experiencia más profunda de María en este momento e Isabel, la reconoce y se hace capaz de alabarle, de reconocerla, de compartir con María la alegría y la carga de preocupación. ¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a visitarme? es una preocupación de lo que significa esto y de entender lo que significa esto.

La familia es el lugar del encuentro, donde acogemos y atendemos al otro

Voy al recuerdo de la familia que hoy la iglesia nos pide recordar. La familia es el lugar del encuentro, María va al encuentro de su parienta Isabel, la familia tiene que ser el lugar del encuentro, el lugar donde acogemos al otro, donde estamos atentos al otro. 

Isabel reconoce la alegría, proclama la alegría de ver a María. Al mismo tiempo es capaz de entender lo que está pasando en la vida de María, la familia tendría que ser el lugar donde estamos así atentos, nos damos cuenta de lo que pasa en la vida de la otra persona y la ayudamos a contarlo, a decirlo y a compartirlo. 

La familia tendría que ser el lugar donde los adolescentes comparten sus dificultades 

Esta es la fatiga muchas veces fatigamos a compartir hasta en la familia, en la casa, a contar lo que estamos viviendo, sobre todo sucede cuando hay un poco de contraste, los adolescentes entran en contraste los más con sus padres, pero tendría que ser el lugar donde dicen también sus dificultades, pero también donde los papás enseñan a sus hijos a manejar las tensiones.

Es en la familia donde aprendemos a dar espacio a las otras personas

Este es el rol de la familia: ¿Dónde un chico, un joven aprende amar?: en la familia. ¿Dónde aprende a esperar y a darle cabida al otro?: cuando la mamá pone la comida el que es más “angurrioso” busca pasar adelante de los demás, ahí le dice: no espera, hay el otro. Es en la familia que aprendemos a dar espacio a las otras personas; es en la familia que aprendemos a tener palabras atentas; es en la familia qué aprendemos a escuchar, a prestar atención. Y los papás y las mamás en esto están cuando dicen: A ver, escucha a tu hermano, escucha a tu hermana. ¿Qué te está pasando? Hazme saber cuéntanos, ¿estás mal? comparte. 

Nunca desvalorar lo que los jóvenes o adolescentes pueden contar 

Y atención adultos nunca desvalorar lo que los jóvenes o el adolescente o el chico puede contar. Puede que para ustedes no es un problema pero si el otro lo vive como problema, es un problema para el otro. Y si para usted no lo es, explíquele por qué no es tan importante pero valore que lo haya comunicado. 

A un adolescente le puedes decir: Para ti es un problema serénate, enfréntalo así

A veces los papás dicen mi hijo no me cuenta, mi hija no me cuenta claro puede llegar ahí pero llegan ahí cuando te han contado algo y tú les dices: ¡Vaya! estas son “tonteras”. Para él era un problema, pero cuando le hemos dicho estas son “tonteras” la próxima vez que tendrá el problema y no sabrá de qué lado agarrarlo ya no viene a contar porque él ya sabe la respuesta, lo que para usted no es problema y entonces no lo es para él. Sí lo es para él es porque él lo cuenta no para sentirte decir “¡Vaya! estas son “tonteras”, crecerás”. Le puedes decir: Para ti es un problema serenate, enfréntalo así. 

Sí para usted no es un problema sabrá qué respuesta darle es que muchas veces hasta los adultos no sabemos qué respuesta darle entonces le decimos: “Ya, ya estas son ¡tonteras!” no sabemos qué decirle y no tenemos ni la sencillez de decirle: No sabría qué decirte es un problema, no lo sé resolver tampoco yo, probemos.

La familia es el lugar del encuentro, del diálogo, de la escucha y del compartir

La familia, el lugar del encuentro, del diálogo, de la atención, de la escucha y del compartir. Atención: diálogo, escucha y compartir. María comparte la alegría de Isabel cuando le dice el Ángel: “Isabel está embarazada de 6 meses” ella que era de avanzada edad. 

María va a compartir… alguien en el pasado decir que iba ayudarla una chica de 15 años que va ayudar a una de 40 e Isabel tenía a las personas qué podían ayudarla. Encima cuando tiene el niño María se vuelve, era el momento de quedarse y ayudar por lo menos a lavar los pañales ¿No?. Ella se va, entonces no está por eso, María está para compartir.

La familia es el lugar donde aprendemos a compartir, dar cabida, dar espacio

Recuerda esto, la familia es el lugar donde aprendemos a compartir, a dar cabida, a dar espacio con un esfuerzo y esto va de entre parejas a fuerza de dar por obvio, a fuerza de dar por sentado, a fuerza de dar que yo ya sé lo que piensas cerramos diálogo, cerramos la capacidad de compartir. A fuerza de decir ya sé lo que quieres el otro ya no te lo dice porque ya sabes cuando dice “ya sé lo que quieres” no significa que tú sabes de verdad lo que quiere, significa que le estás diciendo que no tengo gana de escucharte, estás diciendo esto: “ya se lo que quieres” que quiere decir: “no tengo gana de escucharte”. 

El encuentro de María e Isabel nos recuerda que hay que saber encontrarse y escuchar 

Entonces atención: Este domingo, este encuentro entre estas dos mujeres nos recuerda esto: Hay que saber escuchar, hay que saber encontrarse, entonces sobre esto la familia se vuelve la escuela de la vida.

Pidamos a María que bendiga y rece al Señor para nuestros hogares y nuestras familias.