Siguiendo el mandato de Nuestro Señor Jesucristo, que vino a nosotros para que tengamos vida y la tengamos en abundancia, el presbiterio de la Arquidiócesis de Sucre unido a su Pastor, de cara a los acontecimientos acaecidos últimamente, como consecuencia de la inseguridad ciudadana y la violencia que se va respirando y que han motivado a algunos ciudadanos a tomar la justicia por sus propias manos, expresa su vehemente rechazo a formas de pensamiento y estilos de comportamiento que atentan, no sólo contra los derechos humanos, sino ante todo contra el precioso don de la vida que nos viene de Dios. Entendemos que la violencia no se remedia con violencia, ni se castiga la muerte con pena de muerte. El eco de la pregunta que Dios hace a Caín en el Génesis, sigue resonando en nuestros pueblos: “¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra (Gn 4,10)”.
Nuestra fe nos obliga a respetar y defender la vida desde su concepción hasta su muerte natural, de este modo los creyentes nos convertimos en fieles guardianes del precioso don de la vida en todas sus manifestaciones, sobre todo la del ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios. Reafirmamos nuestro compromiso por la vida, y hacemos un ferviente llamado que se trabaje generando conciencia en todos los ciudadanos del valor insustituible de la vida y se promueva una cultura de paz y convivencia fraterna, así seremos verdaderos hijos de Dios que nos comunica la Vida en Cristo Jesús, nuestro Señor.
Jesús Pérez Rodríguez, O.F.M.
ARZOBISPO DE SUCRE
Sucre, 06 de marzo de 2012