Análisis

CHOLITAS PIDEN SER EMBAJADORAS

No todas las noticias que se producen en nuestro país son malas, pues este fin de semana me enteré que en el Naiclú “Malena” de la ciudad de El Alto de que alguna importante organización femenina que apoya a Evo planteó que sus afiliadas cholitas fueran tomadas en cuenta en la designación de embajadoras de Bolivia en países extranjeros.

Inmediatamente pensé con rara astucia en que mi comadre cochabambina sería una excelente candidata para un cargo tan honroso y bien remunerado, siendo yo la persona más indicada para acompañarla pues en mi larga vida había desempeñado altos cargos diplomáticos en países europeos.

Sin embargo, antes de sugerirle nada a mi comadre, preferí consultar el caso con mi amigo yatiri Wayruru quien me dijo que el asunto era muy importante y que él tendría que consultarlo a la hoja sagrada de la coca, como siempre aconseja el Tata Magistrado Gualberto Cusi Mamani. En vista de que el caso era urgente, le proporcioné la coca y ambos nos encerramos en el urinario de señoras por ser éste más limpio que el de varones. La hoja sagrada de los Incas le dio respuesta afirmativa a Wayruru y abandonamos la letrina.

Al retornar al salón de baile retomamos nuestra mesa donde se bebía “champú” que nuestra fantasía transformaba en champaña, mientras Macacha y nuestros amigos discutían acaloradamente sobre la decisión gubernamental de nombrar Embajador de Bolivia al señor Sacha Llorenti ante la Organización de Naciones Unidas con sede en New York.

Un contrariado vecino de Río Seco decía levantando la voz: “El Sacha Llorenti debería ser nombrado Embajador de Chaparina”, mientras unos vecinos de Chuma protestaban por la designación del Embajador de Bolivia en México, sugiriendo que mejor habría sido designarlo a Rusia donde gobierna el señor Putín. Mientras algunos parroquianos “mameids” opinaban que las embajadas de Bolivia no podían ser repartidas como premios a quienes ya habían gozado de las dulzuras del poder durante seis años.

Impaciente al no escuchar ningún comentario sobre la propuesta de designar como embajadoras a las mejores cholitas de una organización femenina que apoya al actual Gobierno, me hice dueño de la idea propuesta y dije a mis amigos yatiris e intelectuales de El Alto y propuse el nombre de mi pariente espiritual Macacha Gandarillas viuda de Racacha como candidata del “Malena” al cargo de Embajadora de Bolivia de la Organización de Naciones Unidas con sede en New York.

Mi comadre cochabambina me miró extrañada, me tocó la frente con su mano, luego acercó mi boca a su cara y me dijo: “Diga usted “farfán” compadre porque parece que ya está “mameid”. No acepto esa candidatura a embajadora en la ONU porque el presidente Evo quiere premiar a don Sacha Llorenti para que no sepamos nunca quién ordenó la represión a los campesinos benianos en Chaparina”.