Santa Cruz

CARDENAL PIDE ANIMAR A LOS QUE DEFIENDEN LA NATURALEZA

El mensaje de la celebración de Corpus Christi estuvo centrado en el cuidado del medioambiente. En El Alto, Jesús Juárez pidió solidaridad con los marchistas del Tipnis

Ni el frío intenso impidió que los católicos acudieran ayer al estadio Tahuichi Aguilera para participar de la misa de Corpus Christi, en la que el cardenal Julio Terrazas pidió a los fieles animar a quienes aún defienden la naturaleza.

“El Señor de la vida nos dice que nuestros bosques y el agua sean para beneficio de la vida y no para negarla al hermano que pasa y nos pide, a lo mejor, un vaso de agua para saciar la sed. Aquí no valen las excusas, no se trata de cerrar caminos para que nadie pase, sino más bien de animar a quienes todavía hoy pueden decirnos que la creación es para mantenerla y fructificarla, no para derrocharla o para dedicarla a otras cosas”, reflexionó Terrazas.

El mensaje del líder de la Iglesia católica llega en momentos en que se cumplen 41 días de la novena marcha indígena en protesta por la construcción del tramo II de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, que atraviesa el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis). 

Desde La Paz, el obispo de El Alto, monseñor Jesús Juárez, también aprovechó la homilía de Corpus Christi para pedir a la población que se solidarice con los marchistas del Tipnis, así como con los de Mallku Khota, del norte de Potosí.

“Esta solidaridad nos llama para que atendamos las necesidades de nuestros hermanos marchistas que vienen del Tipnis y los que vienen del occidente. Tenemos que abrirles el corazón y atender sus necesidades”, sostuvo.

Juárez manifestó que los indígenas de tierras bajas y altas “están marchando por una causa justa”, e insistió en que la población debe respetar el medioambiente.

Las reflexiones de ambos prelados estuvieron enmarcadas en el mensaje elegido este año para esta fiesta católica, que fue a favor del medioambiente. Eucaristía. Don de Dios para la vida fue el lema bajo el cual alrededor de 38.000 feligreses conmemoraron la solemnidad del cuerpo y la sangre de Cristo en el estadio Tahuichi.

El cardenal también reflexionó sobre el verdadero significado de la eucaristía.

“El sentido de la eucaristía es la presencia del Señor humilde y sencilla, capaz de terminar con todo lo que sea residuo del pecado o complicaciones con las injusticias y maldades, alejándonos definitivamente de lo malo y adhiriéndonos al bien”, dijo el prelado.

La ceremonia religiosa de Santa Cruz concluyó con una  procesión de los fieles, que salió del estadio hacia la Basílica Menor de San Lorenzo, donde la principal autoridad eclesiástica dio la bendición final.

Detalles 

Corpus Christi. Es el cuerpo y la sangre de Cristo en la eucaristía. Es uno de los misterios centrales de la fe cristiana.

Parroquias. Las parroquias y vicarías del arzobispado de Santa Cruz de la Sierra estuvieron presentes en la misa, donde los feligreses llegaron con pancartas, afiches y globos y no dejaron de cantar ni de hacer barra.

Aminadores. 880 estudiantes de seis colegios presentaron varios cuadros en el campo deportivo. Le pusieron color y ritmo a la fiesta católica. Recibieron aplausos de la gente.

Temperatura. El frío se hizo sentir en el estadio. Muchos animadores usaron chulos para protegerse de la brisa gélida.

Seguridad. Policías de Tránsito, así como de otras unidades y gendarmes municipales, estuvieron a cargo del orden. Apoyaron a los jóvenes de la Cruz verde y de otras instituciones.

Mucha fe en las provincias

Con mucha fe se vivió la festividad de Corpus Christi en las provincias.

En San Ignacio, el templo quedó pequeño para la gran cantidad de feligreses que asistieron a la misa, pese al sur y el chilchi.

La celebración fue presidida por el obispo de la diócesis de San Ignacio, Carlos Stetter, que en su mensaje ponderó la fe viva del pueblo ignaciano, que hace que la Iglesia católica chiquitana sea vigorosa. 

De la ceremonia también participaron las autoridades locales, que estuvieron en primera fila, como el alcalde Erwin Méndez y la presidenta del Concejo municipal, Kary Middagh.

Luego de la misa, la multitud salió en procesión, que estuvo animada por el cabildo indígena y una banda de música estudiantil. En las cuatro esquinas de la plaza principal 31 de Julio, como es la tradición religiosa y cultural, los vecinos adornaron los altares y el cabildo colocó hojas de cusi en las columnas del atrio del templo y en los horcones de las viviendas alrededor de la plaza.

En San José de Chiquitos, los fieles se congregaron tras el repique de campanas para participar de la celebración. Durante la misa, el párroco Hubert Fleig reflexionó sobre la eucaristía y su significado.

Al terminar la misa, los asistentes salieron en procesión por las calles de la plaza central. De la fiesta religiosa participaron las principales autoridades municipales.

El papa Benedicto XVI critica el consumismo

El papa Benedicto XVI denunció en Roma “la ‘desacralización’ de la fe y el consumismo” del mundo moderno, durante la festividad del Corpus Christi celebrada en la capital italiana.

“Si una madre y un padre, en nombre de una fe ‘desacralizada’’, privan a sus hijos de los ritos religiosos, en realidad dejan el camino libre a otros sucedáneos presentes en la sociedad de consumo, a otros ritos y otros símbolos, que muy fácilmente podrían convertirse en ídolos”, afirmó ante las miles de personas que asistían a la ceremonia en la basílica de San Juan de Letrán.

Al término de la ceremonia el pontífice se trasladó a bordo del papamóvil en procesión a la basílica de Santa María La Mayor, a una distancia de 1,3 kilómetros, en el corazón de Roma.

El papa, que parecía agotado, no hizo alusión a las tensiones dentro del Vaticano por la reciente filtración de documentos confidenciales y, como es su tradición, habló solo de cuestiones religiosas.

Si en nombre de la fe secularizada que no necesita ritos sagrados se decidiera anular la procesión por el Corpus Christi, el perfil espiritual de Roma disminuiría”, comentó.

La festividad fue instituida en el año 1264 debido al llamado milagro de Bolsena, cuando un cura que dudaba de la presencia real de Cristo en la eucaristía le pidió a Dios una “señal”: de manera imprevista, según la tradición católica, algunas gotas de sangre salieron de la hostia consagrada. /AFP