Este tema que pareció no tener tanta importancia fue cobrando fuerza a medida que los días avanzaban hasta que el problema llegó al Ministerio de Educación.
No permitir que 10 señoritas, luego el número se fue reduciendo; ejerzan su derecho a estudiar, va más allá del tema de discriminación. Ha demostrado el grado de confusión que se tiene a causa de un machismo inexplicable.
Para los adictos al facebook, si ingresan a las páginas del Colegio Nacional Simon Boliviar de la capital del valle, verán los tremendos comentarios de alumnos regulares y ex alumnos que han evidenciado su machismo hacia las jovencitas valientes que quisieron ser
las pioneras en este colegio, Y lo que más llama la atención en el apoyo de madres de familia que iban incitando a la negativa para que otras mujeres como ellas, pasen clases en la Unidad Educativa.
Tanto en Facebook, como en las manifestaciones en contra de las señoritas, se tornaron más preocupantes cuando se llegó al extremo de amenazarlas atentado contra su integridad física y moral.
Es a partir de esta problemática que se vuelve a plantear el debate de que los colegios tradicionalmente de varones, habrán sus puertas para el ingreso de señoritas.
En Oruro, algunos colegios de señoritas han abierto sus puertas en estos últimos años y no han tenido grandes problemas por esa disposición. El colegio Dalence, Maria Quiroz, Padilla, Donato Vásquez entre otros, ya cuentan entre sus listas a jóvenes que orgullosos son pate de
estos colegios. Habrá que identificar si estos colegios permiten que los jóvenes varones puedan estar hasta 6º de secundaria.
Pero el tema central es con los colegios de varones donde aún no se ve señoritas que luzcan el rojo y negro, el celeste y blanco entre otros.
Es probable que las señoritas aún no se hayan animado a ingresar a estos colegios, pero si lo hicieran ojalá no encuentren grandes dificultades.
No se puede poner como pretexto el tema de la tradición, pues si ingresan señoritas, no veo en que se afectarían bautizos, excursiones, fiestas, festivales deportivos, entre otros. A no ser que en etas actividades se develen las verdaderas actitudes que tienen los varones y
que a veces son socapadas por padres de familia y maestros.
En muchos colegios del mundo, la tendencia es ser centros educativos mixtos, no sólo porque sea un derecho de todos estudiar, sino porque la
relaciones humanas se pueden empezar a mejorar en las aulas y sobre todo para mejorar el respeto entre varones y mujeres.
Ojalá que las señoritas se animen a ingresar a los colegios exclusivos de varones y tengan fortaleza para sobre llevar algunos momentos malos y ojalá que desde todas las instancias, e incluso desde la Iglesia, se inste a que se deje la discriminación y el machismo para que
todos puedan crear el “sumajqamaña”, el vivir bien.