¿Quién era Adalberto Rosat? Gracias a la Prelatura de Aiquile, Infodecom está en grado de presentarles su legado.
El 22 de noviembre de 1987 es nombrado como segundo obispo Mons. Adalberto Rosat, natural de Cles – Trento, ordenado obispo el 01 de febrero de 1987 en la Catedral de Aiquile, elige como lema de su episcopado: “En el nombre de Cristo Jesús, nuestra esperanza”.
El primer Obispo Prelado y los misioneros franciscanos trentinos promovieron las vocaciones nativas, en principio construyendo el Seminario Menor de la Prelatura en Aiquile, lo que es actualmente el Internado vocacional San Francisco de Asís, de allí nacieron las primeras vocaciones a la Orden Franciscanas y posteriormente también surgieron vocaciones para el Clero diocesano, quienes en principio, fueron llevados por P. Silvio Jori al Seminario “Espíritu Santo” de Espada, diócesis de Coroico.
Posteriormente Mons. Adalberto consigue sacerdotes diocesanos “fidei donun” de la diócesis de Trento para que se encarguen de la pastoral vocacional y la formación de los seminaristas diocesanos nativos.
En el Trópico se crearon nuevas parroquias. A los franciscanos conventuales les cofía la parroquia Santa María de los Ángeles de Ivirgarzama. Cosiguiendo otros sacerdotes diocesanos “fidei donum” de la diócesis de Tarnow, Lublin y Siedlce de Polonia, les encarga también la parroquia de Aiquile y Omereque. Acoge también al movimiento OMG, Operación Matogroso de Italia, de cuyos voluntarios nacieron vocaciones sacerdotales que se hicieron cargo de Huayapacha, Pocona y Pasorapa.
Aunque el primer Obispo había hecho muchos intentos de formar un clero nativo, fue recién con Mons. Rosat que tiene lugar la ordenación presbiteral de los primeros sacerdotes diocesanos bolivianos nativos de la Prelatura, que se formaron en principio en el Seminario de Espada en Sorata y luego en los seminarios “San Cristobal de Sucre para la Filosofía y el Seminario Nacional San José de Cochabamba para la Teología. Por otra parte se fomenta la formación de catequistas y agentes de pastoral en los centros de formación deMosoj Belén de Aiquile y San Pablo de Chimoré.
Mons. Adalberto también se esmeró en la construcción de varios templos, capillas, centros pastorales y centros asistenciales, así como infraestructuras educativas en diferentes centros poblados, especialmente del Trópico de Cochabamba. La obra mayor de su gestión ha sido la reconstrucción de la nueva Catedral de Aiquile y la ayuda humanitaria a las víctimas del terremoto de Aiquile 21 de mayo de 1998.
Con los recursos conseguidos pudo ofrecerles incluso viviendas provisionales hasta que puedan reconstruir sus casas en el pueblo. Mons. Rosat ha construido más internados educativos en la Prelatura: Chingurí, Villa Guadalupe y San Adalberto de Aiquile, Mataral de Omereque, Virgen de Copacabana de Bulo Bulo, Virgen de Fátima de Valle Sajta, además de darle continuidad a los internados ya existentes. Contribuyendo de esta manera a la formación humana y cristiana de la niñez y juventud de las comunidades rurales.
Publicó el Diccionario Enciclopédico Quechua – Castellano del Mundo Andino
Su gran aprecio a la cultura indígena le ha llevado al estudio sistemático del quechua, fruto de unos 50 años de investigación ha publicado el “Diccionario Enciclopédico Quechua – Castellano del Mundo Andino”, un estudio comparado de las derivaciones de las voces quechuas desde el Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina. Un gran aporte para el aprendizaje de lengua indígena elaborado por un misionero franciscano extranjero de Italia.
Un italiano que dio un rostro boliviano a la Iglesia de Aiquile
Mons. Adalberto Rosat se preocupó también de traer ocho congregaciones de religiosas para casi todas las parroquias. Cinco congregaciones polacas, una argentina, una boliviana, además de las ya existentes en la Prelatura. La respuesta grata fue el surgimiento de numerosas vocaciones a la vida religiosa y sacerdotal, dotándole así a nuestra Iglesia local con un rostro más boliviano.
Al término de la gestión de Mons. Adalberto Rosat, el 29 de diciembre de 2006 el Papa Benedicto XVI nombró como Obispo Coadjutor con derecho a sucesión a Mons. Jorge Herbas Balderrama, natural de Mizque, de la Orden de los Hermanos Menores, quien desde el 25 de marzo de 2009 asume el gobierno de la Prelatura.